lunes, 26 de diciembre de 2016

Música, imágenes, virus imbatible.



Tirada en el sofá café, junto a la ventana que da a los monolitos, escuchando cualquier cosa, aprehendida por Virus.

...

Disuelta, ansiosa, abstraída.

Haciendo de la ciudad, una colección de momentos, caras y costumbres. Haciendo del tiempo mucho más que un enemigo.

Escribiendo sin escribir los errores frecuentes que la testarudez dicta.

Dibujando sueños desnudos, tarareando canciones, remolinos, obsesiones.

Mezclando besos, con ausencias y miedos.

Aferrándose al amor sin creerlo eterno.

Celebrando rituales ignorados.

Escuchando voces que nadie escucha, percibiendo imperceptibles.

Reflejándose: ajena.

Pretendiendo pronunciar el silencio.


Desbaratando melodías para hacerlas vida. Torciendo y estimulando música para retenerla, sentirla y embriagarse con ella;para vomitarla desde las entrañas.




Asfixia... virus... melancolía.






-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO




lunes, 28 de noviembre de 2016

MUJERES O EL GÉNERO QUE NUNCA FUE


Las cifras son alarmantes, la sangre corre insistentemente y los gritos resultan inaudibles. No hay escapatoria, no hay disfraz para Juana de Arco, ni futuro predecible. Bajo la cama, bajo la mesa o bajo el ego de algún hombre, nos escondemos agitadas, mientras sostenemos con fuerza la esperanza de un nuevo día. 

-"No usen faldas, escotes, vestidos, maquillaje", "no salgan sin un hombre", "no desobedezcan a su pareja": "O les puede ir muy mal".- 

Entreguémonos entonces al miedo, a la sumisión, a la monogamia aplastante que compete a la mujer mientras se acompaña del infame heterismo masculino. Tomemos la mano de la resignación y callemos los abusos porque hablar de violencia a la mujer nos convierte en criminales. 

Cuando uno vive de cerca las historias que a los hombres machistas, les resultan valerosas, comprende cuán repugnante es la indiferencia de la raza humana. 
No se trata de hacer pronunciamientos que buscan atención, no se trata de un cúmulo irracional de quejas; se trata de vidas, de muertes, de MUJERES. 

Somos mujeres porque no tenemos su sexo y eso automáticamente nos reviste con un manto de fragilidad innecesaria. No somos menos inteligentes, menos sagaces y mucho menos incapaces. Somos personas, bajo el mismo concepto que pregonan las constituciones, ¿entonces por qué día a día somos víctimas de violencia a causa de nuestro sexo?. ¿Por qué tenemos que rasgarnos las vestiduras, ponernos de rodillas, empuñar las riendas domésticas y olvidarnos de que existimos como nosotras y no como "esposas de..."?. ¿Por qué nos creemos el cuento de ser insignificantes, insuficientes y dependientes?. 

No somos mujeres porque nos han convertido en mujeres o en el "otro" género, somos mujeres porque luchamos por ello, porque día a día tenemos que someternos a las concepciones desgraciadas disfrazadas de conductas regulares aceptables. Somos mujeres por suerte o infortunio (considerando el tiempo y el espacio).

No queremos empuñar una bandera en pro de los favoritismos o las consideraciones, queremos más bien sentirnos en igualdad de condiciones, sin mofas,sin violencia, sin moralidades.
Ni la iglesia, ni las costumbres, ni el género mismo pueden enterrarnos bajo la supremacía de ningún otro ser.

También soy mujer y no quiero ser un número más en la lista mundial  de los feminicidios, ni quiero callarme cuando puedo gritar. Soy mujer y no quiero ser muerte, quiero ser poesía.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

lunes, 24 de octubre de 2016


Si pudiera escoger entre mil vidas,re-habitaría la mía.  Las experiencias diversas y las andrajosidades,me las guardo. Soy un trozo de papel,apenas escrito con 19 años y muchos puntos suspensivos.  Una caja de sorpresas no siempre agradables, un gato curioso,hojas secas y versos maltrechos. Escogería mil veces está vida,con esta alma y este cuerpo defectuoso, para levantarme de nuevo desde el fondo de las situaciones,con la misma fuerza.


jueves, 6 de octubre de 2016

Berrinche Literario


Escribía,sangraba,vomitaba,paría. Me desnudaba y al final,entre las letras me olvidaba. Buscaba espacios,gestos,llanto e incluso,gemidos;sin sospechar que todo lo llevaba por dentro.  Me traducía y me trans-literaba. Era una traidora de mí misma -basándome en el pensamiento de los italianos-,porque traducía grotescamente mis vestigios. El tiempo me hacía retomar por algún motivo esas letras punzantes,para que las empuñara fuerte,riera y me desesperara.

Ahora,derramada sobre las baldosas del presente,roja y entusiasta, me deslizo despacito y no encuentro qué escribir.


-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

...

Mi voz arde... Los versos se enredan en mi garganta y desgarran cada espacio. Las sombras se agrandan y gimo exhausta,inadaptada,con las manos temblorosas y el "adiós a todo eso" estrujado junto al alma. Me retracto, me sacudo,busco mi cordura en el bolsillo izquierdo del pantalón pero sólo encuentro un ansia absurda.

Pensaba -mientras simulaba contar estrellas sin cansarme- que la vida es una constante disensión,un tira y afloja de sentimientos que al fin y al cabo,siempre se resumen en un gran signo de interrogación.

Pisaba la arena y escuchaba el golpear de las olas,me dejaba llevar y ¡eso era la calma!. No es tan difícil...después de todo,sólo se trata de pausar los análisis existenciales para entregarse a la eufórica alegría del vivir.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Por eso escribo


Me he despertado  del letargo con ansías fervientes de despeñarme por territorios de manuscritos espontáneos. He levantado mis alas al vuelo, reparadas con hojas de libros ignorados. ¿A quién engaño cuando digo que renuncio si sólo le doy paso a los prejuicios aplastantes que nadie diseñó?, ¿a quién le cedo la (des)dicha inmensa de desnudarse letra a letra desde el alma hasta la piel?. ¿Quién conmigo lo que yo con nadie?,¿quién testarudo cuando yo también?. Habré dejado el alter ego entre el ruido y la tarde, habré perdido el doppelgänger en cualquier esquina mientras caminaba bajo la lluvia. ¡De aquí soy!. Nací entre la espuma de los versos, crecí entre rayuelas y cosmopistas, pertenezco al club de los vivos que prefieren convivir con los muertos. Me quedo, aunque a veces no quiera.
¿De dónde soy entonces si no es del viento, que golpea mi cara presuroso en las noches heladas de un Septiembre irremediable?. Un día naces, otro día temes y algún día, aprendes a vivir mientras fallas en el intento.
Puedo decir que soy trazos de Pollock y obstinación/confusión de Pizarnik. Quizá sea un barco a la deriva o una tarde gris. Pero entre lo que puedo, soy o quiero, me quedo con este querer errar aprendiendo, me quedo con esta sala de psicopatología deshabitada, me quedo con esta sed de más… Pero no me guardo nada, todo lo entrego, desde mi sangre hasta el último gemido que emita mi ser, desde mis entrañas hasta mi esencia y cada casete de memoria. Ni Jesucristo puede revivir tantas veces, ni sus llagas pueden ya intimidarme y aunque pagana, poco puede importarme su trascendencia; yo he parido más ideas de las que comparto y he reído más de lo que lamento. No muevo a un pueblo, ni cargo una cruz. No adoro a nadie, no soy Gómez Jattin pero tampoco lo ansío. Quizá sea más pulsión y menos razón, quizá más infierno que cielo.

Por eso escribo,¡ ya lo recuerdo!.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

martes, 21 de junio de 2016

Ser

De cuando en vez, imagino que soy otra cosa u otro ser. Hay tanto que puedo y deseo que no alcanzo a dimensionarlo. Puedo ser una melodía de Einaudi, un verso de Borges o un trazo de Magritte. Puedo ser el polvo que atraviesa los continentes o el que nos echamos luego de pelear. Puedo ser hoja en otoño para caerme al piso y rozar con cada parte lo áspero y vital. Puedo ser agua en el desierto y tormenta en soledad. Puedo ser libro viejo y descubrimiento fugaz. Puedo ser odio,amor,ira. Puedo ser yo misma y algo más. Puedo ser musa,puta y escritor. Puedo ser máquina y pluma. Puedo ser cama y hierba. Puedo ser tantas cosas y las soy,cuando me pierdo,cuando me tiro al suelo y veo al techo sin verlo; cuando me transporto y soy todo y más.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

lunes, 6 de junio de 2016

Tuya

Cada lunar,cada espacio,cada gramo... te pertenece. Soy la mitad del cosmos que formamos.

Caos.

Lunares,manchas,cicatrices y un cosmos que contiene todo este caos

Milagro

Tú, mi amor.

Poema

Te amo.

Ventana

La vida pasa,mientras vemos por la ventana del bus lo que sucede en la ciudad... desentendidos,apretujados o abstraídos.

El bus se detiene y la ventana se abre como un libro que espera ser leído o como las piernas de una prostituta ansiosa por largarse. 

La ventana es infecciosa porque es el breve espacio en donde se acaba la oscuridad. 


-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO 

viernes, 3 de junio de 2016

Me releo


Me releo... a veces con pena,a veces con ira y casi siempre, con agrado. Releo cada paso y olfateo cada gota de sangre que se funde con la tinta. Es como hacer reminiscencia. Rebobinar,violar la rapidez del tiempo y burlarse de las desdichas que hoy,sólo son el trazo ilegible de una mano temblorosa.

-ANGIE CAROLINA EASO JARAMILLO

Libre

No pude retomar con el mismo fervor,el episodio fatídico. No pude leerlo con rencor,sino con gracia,mientras me acariciaba la frente con vergüenza. No pude llorar a mares ni partirme irremediablemente, porque es pasado,porque seguí mi camino sin arrepentimientos o golpes de pecho. Hoja tras hoja,fui dibujando y desdibujando brevedades, hasta quedar estupefacta con la enemistad del tiempo. Me fui desnudando,despacito, de los miedos, para caminar libre y descalza por los laberintos de la vida.


-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

viernes, 22 de abril de 2016

Instrucciones para perder un poco la cordura

-Uno podría asumir que hay cosas evidentes o demasiado obvias,cosas que no necesitan ser dichas o puestas sobre la mesa de las discusiones y el café. Pero me parece importante recordar que aunque todo está dicho,nada es absolutamente irrefutable y que de cuando en vez,vale la pena reinventar las cosas y sacarle la lengua a la monotonía.-


Si usted es una persona seria, que se levanta temprano,se baña,desayuna y sale puntual al trabajo, ésto puede resultarle innecesario pero preste atención. 

Cuando abra los ojos al mundo,no se queje por el frío o la hora miserable de perder el sueño que fue escaso por los trabajos que el jefe le dejó a última hora, no sacuda con ira las cobijas,ni se golpeé (mientras refunfuña) el dedo pequeño del pie contra el filo de la cama. No caminé con dureza,ni ponga a hervir el agua del café con desánimo. Haga todo al revés y verá la diferencia. Despiértese animado,ganándole al despertador,sin preguntarse la fecha. No se enoje si el calentador no funciona, el agua fría no está mal. Báñese,use loción y póngase la ropa. Tome el café, cepíllese los dientes pero no muy fuerte,lavarse bien no es estropearse.
Acaricie al gato,tome las llaves y salga con una gran sonrisa en el rostro.
Si no tiene auto y camina,no se pierda de los detalles (eso no toma demasiado tiempo),si sube al autobus o toma un taxi, sea amable,no empuje. Llegue al trabajo y hágalo sin desdén.

Cambie de sitio para almorzar, recuéstese en el prado a la salida, baje las escaleras de espaldas, salude a la mujer que siempre le hace mala cara. Haga yoga,lea o escriba. No se sumerja en la televisión basura,el licor o la comida chatarra.
Baile,cante,fúmese el mundo,bébase sorbo a sorbo la vida. 
Amárrese mal los cordones para que tenga que agacharse de vez en cuando y pueda pillar infraganti a alguna hormiga que lleva la hoja que le robó a su ensalada. No use corbata ni se aprete mucho los botones de la camisa, dele espacio a su cuello. Use zapatos azules aunque no combinen con su ropa y tarareando,camine de vuelta a casa, mientras todos lo tachan de loco. 
Tome el balón con que juegan los niños de su vecindario y haga un ademán de que se integra al juego. Coma mucho helado sin estar triste y deténgase a oler las flores que siempre suelen enfadarlo por sus espinas. Recuerde los motivos por los cuáles ama a su pareja y hágala sentir amada. Cene un tazón de cereal con yogurth en lugar de leche y luego recuéstese en la cama a ver el techo,a contar vigas o a inventar historias. No le tema al frío y salga a ver la luna o las estrellas. Sacúdase la pereza y viva.

Si hace cada uno de los pasos e inventa unos nuevos,-según guste-,no querrá volver a su normalidad y sabrá entonces, que estar cuerdo no siempre es lo más grato y que ser loco no es una locura. 





-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO



jueves, 21 de abril de 2016

Penélope

Naranja,ceniza,carne,hueso,ebriedad y codicia.
Andaba por las calles en busca de un hombre "buen mozo,simpático y locochón". Fumaba una pipa con el meñique levantado y la experiencia que le otorgaban sus 35. Usaba vestidos cortos y tacones de 10 cm. Bailaba y Bailaba,aunque sin pareja para coquetear. "Llegar a casa,no es una opción".
Penélope extraviada y muerta entre los vivos. Penélope muslos preciosos y labios carmesí. Penélope nómada y suicida,sigilosa y resentida. Chica solitaria,chica distraída. 

Penélope sin dueño,sin uso,sin rumbo ni sentido. Lindo nombre,podrida vida.

Hay tantas mujeres y siempre me gustó ella,la conocí en un bar hace 15 años. Aunque realmente no la conocí,fue un intercambio de miradas que culminó en una risita burlona y su partida inevitable. Nunca supo mi nombre y el suyo lo conseguí preguntando al mesero. Caminaba precioso hacia la puerta mientras yo me derretía por sus curvas. Fui seguido al bar,ella siempre estaba ahí,cada día con un hombre diferente pero el mismo desdén. 
Me gusta como toma la copa con whisky y vacila para dar el trago. Me gusta como se ve su tanga cuando se sienta sin prevención.  Me gusta su cabello maltratado, rizado y naranja. Me gusta su mirada al vacío y el misterio de su alma. Soy un tonto enamorado de una puta perdida. Maldita y deliciosa Penélope.

"¿Me le acerco, la tomo de la cintura y la beso furtivamente esperando ser correspondido o una cachetada?.
Mejor bebo esta copa y me olvido de ella. La guardo como un misterio,como un platónico encuentro atribuido al destino desgraciado. Mejor me largo."

Regresiva


Un libro muerto de frío, un dibujo a medio destruir, una prisión que no me pertenece. Dos cartas,colores de un mandala y la noche llena de vapores infames. El lado izquierdo de mi cama, está siempre vacío,intacto.

Se han marchado las cosas que un día significaron la vida misma;no me di cuenta.
Pasaron los días y me quedaron las canciones que me carcomen.
¡Qué efímeros los momentos!, ¡qué ingratos!.

Un viento sopla fuerte,golpea la puerta con sus nudillos y me empuja contra el muro de la desolación.
Quisiera sentirme y comprenderme en este sitio pero mis alas se han extendido y he emprendido un vuelo sin dejar rastro.
Quizá mañana regrese o quizá no. Quizá me abrigue tu voz ausente y me arrullen los sonidos de tus pasos que pisan suelos distintos.

Los vidrios rotos,la memoria intacta y tú... tú te has ido,sin siquiera haberte quedado por un rato. Sentí tu cuerpo como la mano cuando intenta sostener al aire y me abalancé inútilmente sobre tus vestigios. Me disparé en la sien con el arma que es palabra tuya y me rendí a tus pies que ya no estaban.

Acumulo en una esquina periódicos,para recordarme que las fechas cambian y yo también,mientras tu recuerdo permanece inmóvil. Quizá eres inerte...estático... inhumano.

Un cuerpo,millones de fotografías mentales. El televisor roto y los lápices regados.

Me he derramado sobre las baldosas del pasado.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

CONDUCTA EN LOS VELORIOS

No vamos por el anís, ni porque hay que ir. Ya se habrá sospechado: vamos porque no podemos soportar las formas más solapadas de la hipocresía. Mi prima segunda, la mayor, se encarga de cerciorarse de la índole del duelo, y si es de verdad, si se llora porque llorar es lo único que les queda a esos hombres y a esas mujeres entre el olor a nardos y a café, entonces nos quedamos en casa y los acompañamos desde lejos. A lo sumo mi madre va un rato y saluda en nombre de la familia; no nos gusta interponer insolentemente nuestra vida ajena a ese diálogo con la sombra. Pero si de la pausada investigación de mi prima surge la sospecha de que en un patio cubierto o en la sala se han armado los trípodes del camelo, entonces la familia se pone sus mejores trajes, espera a que el velorio esté a punto, y se va presentando de a poco pero implacablemente.


En Pacífico las cosas ocurren casi siempre en un patio con macetas y música de radio. Para estas ocasiones los vecinos condescienden a apagar las radios, y quedan solamente los jazmines y los parientes, alternándose contra las paredes. Llegamos de a uno o de a dos, saludamos a los deudos, a quienes se reconoce fácilmente porque lloran apenas ven entrar a alguien, y vamos a inclinarnos ante el difunto, escoltados por algún pariente cercano. Una o dos horas después toda la familia está en la casa mortuoria, pero aunque los vecinos nos conocen bien, procedemos como si cada uno hubiera venido por su cuenta y apenas hablamos entre nosotros. Un método preciso ordena nuestros actos, escoge los interlocutores con quienes se departe en la cocina, bajo el naranjo, en los dormitorios, en el zaguán, y de cuando en cuando se sale a fumar al patio o a la calle, o se da una vuelta a la manzana para ventilar opiniones políticas y deportivas. No nos lleva demasiado tiempo sondear los sentimientos de los deudos más inmediatos, los vasitos de caña, el mate dulce y los Particulares livianos son el puente confidencial; antes de media noche estamos seguros, podemos actuar sin remordimientos. Por lo común mi hermana la menor se encarga de la primera escaramuza; diestramente ubicada a los pies del ataúd, se tapa los ojos con un pañuelo violeta y empieza a llorar, primero en silencio, empapando el pañuelo a un punto increíble, después con hipos y jadeos, y finalmente le acomete un ataque terrible de llanto que obliga a las vecinas a llevarla a la cama preparada para esas emergencias, darle a oler agua de azahar y consolarla, mientras otras vecinas se ocupan de los parientes cercanos bruscamente contagiados por la crisis. Durante un rato hay un amontonamiento de gente en la puerta de la capilla ardiente, preguntas y noticias en voz baja, encogimientos de hombros por parte de los vecinos. Agotados por un esfuerzo en que han debido emplearse a fondo, los deudos amenguan en sus manifestaciones, y en ese mismo momento mis tres primas segundas se largan a llorar sin afectación, sin gritos, pero tan conmovedoramente que los parientes y vecinos sienten la emulación, comprenden que no es posible quedarse así descansando mientras extraños de la otra cuadra se afligen de tal manera, y otra vez se suman a la deploración general, otra vez hay que hacer sitio en las camas, apantallar a señoras ancianas, aflojar el cinturón a viejitos convulsionados. Mis hermanos y yo esperamos por lo regular este momento para entrar en la sala mortuoria y ubicarnos junto al ataúd. Por extraño que parezca estamos realmente afligidos, jamás podemos oír llorar a nuestras hermanas sin que una congoja infinita nos llene el pecho y nos recuerde cosas de la infancia, unos campos cerca de Villa Albertina, un tranvía que chirriaba al tomar la curva en la calle General Rodríguez, en Bánfield, cosas así, siempre tan tristes. Nos basta ver las manos cruzadas del difunto para que el llanto nos arrase de golpe, nos obligue a taparnos la cara avergonzados, y somos cinco hombres que lloran de verdad en el velorio, mientras los deudos juntan desesperadamente el aliento para igualarnos, sintiendo que cueste lo que cueste deben demostrar que el velorio es el de ellos, que solamente ellos tienen derecho a llorar así en esa casa. Pero son pocos, y mienten (eso lo sabemos por mi prima segunda la mayor, y nos da fuerzas). En vano acumulan los hipos y los desmayos, inútilmente los vecinos más solidarios los apoyan con sus consuelos y sus reflexiones, llevándolos y trayéndolos para que descansen y se reincorporen a la lucha. Mis padres y mi tío el mayor nos reemplazan ahora, hay algo que impone respeto en el dolor de estos ancianos que han venido desde la calle Humboldt, cinco cuadras contando desde la esquina, para velar al finado. Los vecinos más coherentes empiezan a perder pie, dejan caer a los deudos, se van a la cocina a beber grapa y a comentar; algunos parientes, extenuados por una hora y media de llanto sostenido, duermen estertorosamente. Nosotros nos relevamos en orden, aunque sin dar la impresión de nada preparado; antes de las seis de la mañana somos los dueños indiscutidos del velorio, la mayoría de los vecinos se han ido a dormir a sus casas, los parientes yacen en diferentes posturas y grados de abotagamiento, el alba nace en el patio. A esa hora mis tías organizan enérgicos refrigerios en la cocina, bebemos café hirviendo, nos miramos brillantemente al cruzarnos en el zaguán o los dormitorios; tenemos algo de hormigas yendo y viniendo, frotándose las antenas al pasar. Cuando llega el coche fúnebre las disposiciones están tomadas, mis hermanas llevan a los parientes a despedirse del finado antes del cierre del ataúd, los sostienen y confortan mientras mis primas y mis hermanos se van adelantando hasta desalojarlos, abreviar el ultimo adiós y quedarse solos junto al muerto. Rendidos, extraviados, comprendiendo vagamente pero incapaces de reaccionar, los deudos se dejan llevar y traer, beben cualquier cosa que se les acerca a los labios, y responden con vagas protestas inconsistentes a las cariñosas solicitudes de mis primas y mis hermanas. Cuando es hora de partir y la casa está llena de parientes y amigos, una organización invisible pero sin brechas decide cada movimiento, el director de la funeraria acata las órdenes de mi padre, la remoción del ataúd se hace de acuerdo con las indicaciones de mi tío el mayor. Alguna que otra vez los parientes llegados a último momento adelantan una reivindicación destemplada; los vecinos, convencidos ya de que todo es como debe ser, los miran escandalizados y los obligan a callarse. En el coche de duelo se instalan mis padres y mis tíos, mis hermanos suben al segundo, y mis primas condescienden a aceptar a alguno de los deudos en el tercero, donde se ubican envueltas en grandes pañoletas negras y moradas. El resto sube donde puede, y hay parientes que se ven precisados a llamar un taxi. Y si algunos, refrescados por el aire matinal y el largo trayecto, traman una reconquista en la necrópolis, amargo es su desengaño. Apenas llega el cajón al peristilo, mis hermanos rodean al orador designado por la familia o los amigos del difunto, y fácilmente reconocible por su cara de circunstancias y el rollito que le abulta el bolsillo del saco. Estrechándole las manos, le empapan las solapas con sus lágrimas, lo palmean con un blando sonido de tapioca, y el orador no puede impedir que mi tío el menor suba a la tribuna y abra los discursos con una oración que es siempre un modelo de verdad y discreción. Dura tres minutos, se refiere exclusivamente al difunto, acota sus virtudes y da cuenta de sus defectos, sin quitar humanidad a nada de lo que dice; está profundamente emocionado, y a veces le cuesta terminar. Apenas ha bajado, mi hermano el mayor ocupa la tribuna y se encarga del panegírico en nombre del vecindario, mientras el vecino designado a tal efecto trata de abrirse paso entre mis primas y hermanas que lloran colgadas de su chaleco. Un gesto afable pero imperioso de mi padre moviliza al personal de la funeraria; dulcemente empieza a rodar el catafalco, y los oradores oficiales se quedan al pie de la tribuna, mirándose y estrujando los discursos en sus manos húmedas. Por lo regular no nos molestamos en acompañar al difunto hasta la bóveda o sepultura, sino que damos media vuelta y salimos todos juntos, comentando las incidencias del velorio. Desde lejos vemos cómo los parientes corren desesperadamente para agarrar alguno de los cordones del ataúd y se pelean con los vecinos que entre tanto se han posesionado de los cordones y prefieren llevarlos ellos a que los lleven los parientes.



-JULIO F. CORTÁZAR S.

viernes, 15 de abril de 2016


¿Quién puede vivir,realmente vivir,sin conmociones?

Un cuadro surrealista,melodías argentinas o inglesas,el amor,dos pasos de baile, algunos gemidos, orgasmos múltiples. El ladrido de un perro,el maullido de un gato, el olor de un cuerpo, la necesidad de su compañía. La comida hecha por mamá,recoger los pasos andados, ver las fotos antiguas y anhelar tiempos pasados. El caer de las gotas, caricias y puñaladas entre poesía, un viaje,más amor, buenos libros y la magia de leerlos bajo la sombra de un árbol.

Cosas pequeñitas como las sonrisas,los besos,los abrazos. Elementales,vitales,sentidas.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

Por favor.


No me dejes caer ahora que vamos en picada,mis alas no sirven y sólo me sostengo de tu ser.
No me sueltes en este punto en donde el viento nos golpea con fuerza y la velocidad no puede ser medida.
No me arrojes al abismo,cuya profundidad ambos,desconocemos.
No me dejes caer para permanecer en el aire más tiempo.
No me olvides,no me sueltes, no me arrebates la sensación de volar entre tus brazos.

Por favor.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

Reproducciones inesperadas


La noche comenzó con un sorbo de tequila reposado y la torpe decisión de pintar mis uñas,un poco ebria.

Tenía,sobre la mesa, una torre inmensa de libros que jamás leí y ahora, menos que nunca me placía leer. De cuando en vez,los ojeaba pero sin demasiado cuidado, violentamente y con prisa. Eran un altar a mi ego y a mis patrañas vivenciales. Los tenía a mi lado para jactarme y sentirme lo que nunca seré. En el espacio mínimo y restante, tenía siempre un par de hojas en blanco que ya no recibían tinta sino polvo y algunas cenizas;sobre ellas, posé  una de mis manos y con la otra, saqué del cajón un esmalte rojo. El licor que bebí, -sin afán de embriagarme-,hizo temblar mis manos y derramé el rojo sobre mis piernas. Me sentí inútil y pegajosa, maldije y me tiré para alargar la rabieta. Cuando sentí el piso frío rozando mi mejilla izquierda, una imagen asaltó mi mente y la amordazó con fuerza, no pude deshacerme de eso que no me atrevo a solo llamar ''recuerdo''. Ojalá uno pudiera seleccionar y eliminar las imágenes desagradables o demasiado nostálgicas para no partirse con el hecho superficial de sentir fría la mejilla, regarse el esmalte o embriagarse absurdamente con una copa de tequila. Ojalá pudiera arrancarme ese instante de remembranza pero es imposible; por eso escribo mientras dura mi apetito de olvido.
Cuando retomé la imagen de mi cara contra el suelo,muchos años atrás, sintiendo no sólo el frío en la mejilla sino en todo el cuerpo, me desesperé pero no pude ponerme en pie, me sentí atraída por alguna fuerza extraña y abrí los brazos,resignada,esperando lo peor. Reproduje en mi mente melodías argentinas setenteras y el álbum fotográfico imposible de revelar. Crucé fronteras y me transporté en el Renault 4 de la familia, que rodaba entre pueblos,los fines de semana. Me fui de a pocos y me instalé,casi sin sentir el viaje, en el pasado melancólico de los zapatos con lodo y la tierra mojada. Me sumergí en la piscina sin saber nadar y me abrí la ceja subiendo las escaleras,recibiendo un par de puntos y una regañiza,como recompensa. Volví a ver a mi abuela,sonriendo a pesar de sus molestias y encontré a mi abuelo comiendo gustoso un helado de máquina. Conocí a mi padre y percibí su tristeza. Pero lo que más me molesta,no es la melancolía sino el breve lapso en que me vi, bajo la cama, llena de miedo, escuchando gritos y tarareando canciones mientras en el cuarto de al lado, se lidiaban las batallas. Recordé mi sentimiento, las lágrimas, el frío. Sentí la impotencia y los fantasmas.
Me sacudí con ira y abrí de nuevo los ojos en el momento exacto, sin infancias, sin matices, sin arrepentimientos aparentes.
Una maldita secuencia de errores que me plantó de a pocos en las crisis pasadas, en donde siempre hay espacio para el miedo y uno, realmente, no puede ver nada.
Maldito rojo y maldito frío, ¿cuánto habrá de pasar para que se me acabé el espacio y se formateé la memoria?.
Pálida y escurridiza,fugitiva y sin antojos, miraba desde el suelo, los libros, -sin mirarlos, en realidad-. Aplastada por una remembranza de minutos y la torpeza habitual.

Me paso la vida evadiendo momentos y de la nada, un breve instante, vuelve todo a mí,sin aviso;recordándome lo que creí olvidado.

Así de paradójicos son los sucesos.

-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

martes, 12 de abril de 2016

Nuestros


Si nos enredamos en lugar de desatarnos, enredémonos más. Hay que fundirnos y quedarnos. No quiero arrancarte de mi piel que a esta instancia, es más tuya que mía, como todo lo que soy, te pertenece. Pero quiero que entiendas que soy tuya y tú eres mío, sin pertenencias inmuebles, sin papeleos autenticados o escrituras irreductibles.Somos nuestros siendo cada uno, somo una sumatoria que concluye en uno, en esa edificación inmaterial que construimos con cada instante,con cada recuerdo,con cada beso y cada gemido. Somos nuestros y todo es de nosotros, sin que nada nos pertenezca, sin deseos de poseer. Quedémonos hasta que nos alcance la vida y el aire, hasta que digamos ''basta'' o ''adiós''.

Quédate,demórate,víveme,llénate de mí.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

Amor es...


''El amor es el tacto de lo abierto''- Jean-Luc Nancy.


¡Qué imagen tan maravillosa!, ¡qué diciente!. El amor nace sobre lo abierto, tras saciar la sed de placer, tras fundirse y penetrarse, el amor nace en el abrazo del gozo, nace en la necesidad del calor tras la pasión. El amor... el amor se gesta en el momento en que se termina un viaje, se gesta en el punto en donde hay cansancio y sobre todo,ganas de quedarse indefinidamente. El amor nace cuando se traspasan todos los muros de contención,cuando se olvidan los límites y se salta a lo incierto. El amor, el amor es una cosa indescriptible, es entrega en tres planos (espiritual,físico y emocional). No es la prostitución que han hecho de el,los proxenetas mortales que ni siquiera se han dado el trabajo de acariciarlo. No se trata de concepciones ni divinizaciones, se trata de una reinvención que conmociona,que atrapa y que en ninguna instancia enceguece,sino que proporciona una perspectiva más amplia y sentida. El amor NO es ciego, el amor es más perceptivo y menos pomposo. 
El amor es tacto y todos los sentidos. El amor es arte,magia,literatura. El amor es encontrar lienzos,colores,letras,pinceles y sobre todo,vida.

Es cuanto uno quiere que sea.







-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

jueves, 7 de abril de 2016

Aquí estoy

Tengo que confesar que hace mucho no escribo,me resulta extraña esta sensación;como si fuese la primera vez,como si estuviese haciendo mis primeros pininos alfabéticos. No sé si sea renacer,rehacer-me o retomar-me.

He adquirido una fea costumbre y es: Huir o dejar de intentar. Primero me pasó con la música, mi voz se cortó y me rendí,cayendo al precipicio existencial y miserable del ensimismamiento,luego me sequé literariamente,dejé de sentir esa necesidad de violar la castidad del blanco del papel,dejé de parir letras (siempre absurdas pero necesarias),me sequé y me estanqué, quise renunciar también pero por algún azar que no busco comprender,aquí estoy,no inventando historias o tergiversando las mías, tampoco desfogando iras o inconformidades, sino entregándome,siendo Angie,vulnerable y sin certezas. Aquí estoy y eso es lo que importa.

viernes, 25 de marzo de 2016

¿Realidad?



Do you read me?. Prefiero que no, porque muero entre cada letra que se queda en este trozo inútil de papel.

...

Las manos me tiemblan... Hace un par de años comencé a escribir en esta hoja, que hoy por desórdenes atómicos del cosmos y el azar,encontré en el bolsillo izquierdo de esa chaqueta de cuero que siempre usaba. Escribí poco más de un renglón, creyendo que para éstas fechas... ¡qué digo!, en aquel entonces estas fechas ni siquiera estaban consideradas por mi mente retorcida. Escribí creyendo que en un par de horas, me encontrarías muerto, colgando del techo, con una soga amarrada a mi cuello. Pero algo, no recuerdo qué, me sacudió fuerte haciendo que los tornillos sueltos se reajustaran y me plantara con fuerza en esta realidad que ni siquiera sé si es única. 

Tomé mi chaqueta, me puse las botas, me ajusté la correa que sostenía el pantalón a mi cintura y me fui caminando, decidido a encontrarme, más allá de las concepciones y la muerte, porque si no soy este cuerpo,tampoco soy la muerte porque la desconozco y es la nada que ni siquiera me importa. Mi único problema es que he estado vivo todo este tiempo, preguntándome las razones mientras pateo piedras en las carreteras que me absorben. Había dejado mi moto a unas cuadras (¿La recuerdas?, era una Harley clásica que rugía cuando la encendía, voy a confesarte que me excitaba más ese sonido que tus gemidos. Ajajajaja, pero sólo un poco,la diferencia era cuestión de cilindraje), fui por ella con afanosos pasos y la arranqué sin precaución. Huí de la ciudad y encontré un motel en el camino, (muy económico porque casi no traía dinero. Una ganga aunque tuve que soportar el trajín sexual de la prostituta del cuarto contiguo -Un estruendoso resoplar y fingir...ni te cuento-). 

Pagué y la señora de la recepción con una mirada amenazante me escaneó de pies a cabeza, hizo un sonido con desdén y me tiró la llave. Subí las escaleras,llegué a la habitación, me tiré a la cama y me quedé boca abajo con la mente completamente en blanco. Tenía todo lo que pudiera quedarme de vida para preocuparme y ese, no era el momento. Hundí mi cara en la almohada y cuando ya me había acostumbrado a las exageraciones proferidas a cambio de dinero,del cuarto de al lado, me quedé tarareando toda la discografía de Gallagher. Amaneció y el sol me acariciaba la cara. Supe que debía continuar y salí de nuevo hacia un rumbo completamente desconocido.
Todos los días que siguieron fueron más o menos iguales,hasta que conseguí un empleo en una cantina de mala muerte a un millón de millas de distancia de casa. Pude instalarme en un cuarto y aunque la paga no era mucha, sobrevivía que era lo que me importaba mientras descubría quién era, o por lo menos, lo intentaba. Dormía hasta medio día y así me ahorraba el desayuno, almorzaba en una estación de servicio en donde, me quedaba charlando con Ana, la dueña -una viuda sin hijos, con una verruga encima del labio y muchas arrugas en la frente-, charlábamos por horas, porque ninguno tenía otra cosa qué hacer. Fumábamos cigarros o puros, tomábamos algunas cervezas o un par de cafés y cuando eran las 7 pm, sacaba del bolso que siempre llevaba, la camisa de trabajo, me la ponía, le daba un beso en la mejilla a Ana, hacía un ademán de despedida con la mano para el resto de los empleados del lugar,sonreía mientras cruzaba la calle y llegaba sin mayor esfuerzo a la cantina. Mi trabajo era servir los tragos y al final de la jornada, limpiar las mesas y ahuyentar borrachos o mediar cuando había una pelea. Nada complicado pero sí,muy abrumador. 

Cuando pude ( más o menos un año después), tomé mis cosas y me dirigí de nuevo, hacia lo desconocido, ésta vez, no corrí con tanta suerte. La Harley, se descompuso y en medio de la carretera, al anochecer, me encontraron unos tipos. Recuerdo que se acercaron, uno de ellos sonrió dejándome notar que le faltaba un diente, me agarró de la camisa con brusquedad y me estampó contra el asfalto,dejándome inconsciente;cuando desperté, estaba solo, era de día, no tenía dinero, moto, ni rumbo. ¡Muy predecible!, ¡Muy poco alentador!. Anduve horas sin frustrarme demasiado y me detuve en una biblioteca. Lucía -seguramente- como un vagabundo, pero poco me importó, entré y aunque no me sacaron, no obtuve miradas compasivas. Tomé muchos libros y los ojeé con emoción. La bibliotecaria, una anciana muy dulce, se acercó a mí y me dijo que al cerrar, hablaría conmigo. Salimos juntos, conversamos y como si la hubiese conocido desde siempre,con toda confianza, le conté cada detalle de mi vida (incluyéndote, por supuesto). Por segunda vez en todos mis años, me sentí acogido, como en casa;la primera vez,me refugiaste tú. Ella nunca tuvo a nadie y quería ayudarme, dándome todo el amor que no pudo darle a un hijo de sus entrañas. Me ofreció techo, me consiguió un empleo como profesor en la escuela del pueblo, porque me nació ahora sí, la vocación de enseñar. Cada noche me llevaba un libro nuevo, explicándome todo cuanto desconocía. Sabes que siempre me consideré huérfano y ella llenó ese vacío sin mayor esfuerzo

Poco a poco, he ido entendiendo que uno es lo que quiere ser, no hay misiones, no hay rumbo, ni nada seguro y las cosas simples pueden llenarnos pero... me faltas tú y jamás leerás esto. Supe -porque llamé luego de tanto a tu casa-, que cuando desaparecí, sufriste mucho y la cosa empeoró cuando te diagnosticaron esa maldita enfermedad terminal que en tres meses te arrastró a ser la nada que no puedo ser yo, para sujetarte. Tu padre, maldijo mi existencia y lloró desconsolado tras decir ''murió'', mientras yo... Sin palabras, dejaba el teléfono descolgado y me echaba a llorar como un niño. 

Todavía no entiendo, cómo funciona la vida, han pasado tantas cosas, Teresa -mi nueva madre- murió hace un par de días y por eso llamaba, para disculparme y refugiar mis desgracias en ti. Soy un oportunista pero me di de bruces contra la realidad. Sigo aprendiendo pero me faltas, me falta tu abrigo, tu beso, tu voz. Me falta prácticamente todo pero te prometo que no voy a huir de nuevo. Ahora estoy sujeto por inercia o no, y lo que menos quiero es dejar esta tierra sin recoger tus pasos. No puedo irme sin buscar tu rostro en las otras mujeres, sin encontrar en cada libro las verdades que siempre escupías. No puedo morirme porque sigues aquí, conmigo. Nunca te fuiste del todo. No quiero vivir sin tu cuerpo pero parece que antes de dejar de respirar, me cediste tu fuerza. Día a día, me susurras al oído tus deseos. Día a día, me sonríes en forma de estrella, hoja o rayo de luz.

Estamos más vivos que nunca,querida. Estoy como debo estar: Redescubriéndome y enfrentando esto que no sé si deba llamar ''realidad'', "brevedad" o "inconstancia".





-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

lunes, 21 de marzo de 2016

Te espero


Hace algún tiempo mi ser hizo clic con tu ser y cuando nos alejamos por desventuras y arrebatos,despegarme fue impreciso. Los meses pasaron y la bendita providencia nos quitó lo testarudos.
Acá estamos, mi amor. Acá estas y me gusta.
Me gusta tenerte cerca, susurrarte poemas al oído, desafinarte las canciones y andar de tu mano desentonando con la monotonía.

Es imposible describir el amor que hacemos cuando suena Gallagher (nuestro cómplice más reciente); esto es más que amor escueto, somos canción cósmica, conspiración, magia y de algún modo, complemento.

Do you read me?- dice la canción y digo yo mientras te beso, consiguiendo siempre las respuestas que me arroja tu sonrisa.

Siento que no te conozco, que eres todavía un misterio que quiero descubrir despacio, que quiero indagar y jamás resolver para tener excusa y así, quedarme. El desconocimiento, después de todo, nos hace infinitos,eternos.

Hace mucho que no escribo a nada ni nadie, pero esta noche helada de Marzo, me tiró a la cama a parir palabras que concluyeran en ti. Te has ido por unos días y me siento miserable por tanto anhelarte; cuento las horas, los días, los instantes. Vas a regresar pero los cálculos me alargan la espera y me pierdo.

Siempre estuve completa, nunca me hizo falta nadie y cuando llegaste descubrí que encajar dos piezas completas,es posible y que la magia comienza mientras se quiera.

Tengo tu olor impregnado en el vestido que no pienso lavar hasta que vuelvas y tengo las flores marchitas que esperan ser reemplazadas como todas las semanas. Escucho ''Moonchild'' todo el día y paso por mi mente, incontables veces las imágenes jadeantes de las medias noches a escondidas.


Ya sin vos soy un ente...

Sin vos no hay vida.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

Poesía.




La poesía carece de utilidad cuantificable o tangible pero bastan un par de versos para reparar el alma.
Pañitos de rima tibia y un poco de música argentina.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

¡Hasta nunca,brevedad!



Cuando te fuiste,me quedé contigo y te dejé fluir entre las letras que escribía.
Cuando la tinta de tu ser se secó,cambié la página,escribí otros versos y allí te quedaste. ¡Hasta nunca,brevedad!.




-No me (te) leas.-




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

viernes, 18 de marzo de 2016

Madrugadas con filo y nostalgia.


2 am

Escucho a Silvio, me taladro la cabeza... Veo el techo, fumo un cigarro, escupo por el mal sabor

3 am

Escucho a Chavela, me faltan las simples cosas... Me tiro al suelo, tomo una copa de whisky.

4 am

Escucho... No escucho nada, hace una hora que dejé de prestar atención a las melodías. Un poco ebria de tanto recordar,mareada de esta realidad sin poder bajarme para vomitar un rato y continuar la travesía.

5 am

Falta poco para que el sol salga, ojalá no me encuentre porque se ríe de mis desgracias.

5.30 am

Me perdí... Hurgué en mi mente y me perdí.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

jueves, 17 de marzo de 2016

Invenciones



Pensamos que amar es lo máximo que podemos hacer, creemos que no hay nada más grande pero cuando amamos y lo hacemos hasta henchir el alma, comprendemos la necesidad irrefutable de inventar verbos. Quiero inventar algunos, para escribirlos despacito con mis labios sobre su espalda. Quiero inventarlos para enredarlos en su lengua al besarlo. Quiero decir ''te cielo'', ''te vuelo'', ''te canto'', como símbolo de amor inconmensurable.
Decir su nombre, incluso, me parece perfecta expresión.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO


El tiempo pasa,envejecemos,nos marchitamos y quiero creer que seguiremos juntos hasta que nos alcance este infinito.



miércoles, 9 de marzo de 2016

Paradójico


Siempre he sido una persona solitaria, errante, musical. Siempre he sido esta abstracción que a veces,busca compañía.

martes, 8 de marzo de 2016

Amor


Quisiera poder darle rienda suelta a mi existencialismo,quisiera ahondar mis penas,ésta noche;pero me resulta imposible.
Sin algún evento en el calendario,esperando por ser visto o sin motivos aparentes,tengo el alma llena de luz y me rehúso a escribir versos tristes.
Mis dedos bailan al ritmo de esas melodías especiales. Escribo pensando en cada instante que vale lo que nada más puede.
Escribo con la cabeza llena de cosas bonitas e inmensas. Escribo con algo más que inspiración.


Llegó hace tiempo el amor,pero es otro;tocó mi hombro mientras leía,se sentó junto a mí sobre la hierba y derrumbó cada uno de mis estigmas.


¿Cuánta magia alcanzará en un verso? Seguramente muy poca cuando se sabe lo literal que puede ser "acariciar un poema".


¿Cuánto puede simbolizar una canción?
Quién sabe.


¿Puede pasar el tiempo sin monotonía,sin anhelos de un pasado lejano?
Por supuesto.


¿Se puede amar tanto a alguien que ya ni el verbo "amar" alcance?
-Habrá que inventar verbos y escribirlos despacito con los labios en su espalda. Habrá que abrazar el alfabeto de su cuerpo y dejarse contar las estrellas que forman la constelación de la cara.


Quisiera decir que siempre tuve la razón, que el amor no existe,que es una palabra rebuscada. Que nadie puede comprenderte o soportarte. Quisiera decir que no me retracto pero las palabras me las robó el sentimiento.


Ni las penas,ni la terquedad se quedan cuando te abrazan el alma.










-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.


Aguacero







Caen las gotas,bailo con ellas,les sonrío; me empapo hasta el alma. 
Se escurren, me enfrían,cubren cada una de mis lágrimas.
¡Qué perfecto maquillaje!, ¡Qué máscara tan discreta!.
Caen las gotas en mi cara, en mi pecho; me voy con cada una de ellas.

Se posan en el suelo, me mojan los zapatos
Se ríen de mi suerte y de mi rostro helado.
¡Benditas gotas!, ¡no se detengan!
¡No partan de esta tierra infértil!.


Caen las gotas y camino lento,
apresuro el agobio,
camuflo los instintos.
Caen las gotas y no temo; las heridas se han abierto.

Caen. Caen sin cesar. 
Caen fuerte. 
Caen en el momento justo.
Caen las gotas,mientras tiemblo,mientras lloro y las percibo.

Este aguacero angustiante,
viene a arrebatarme las fuerzas.
Esta lluvia acompañada de estruendos y temores.
cae...y ...yo también.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO



miércoles, 2 de marzo de 2016

PECULIAR










Imagen tomada del video de la canción ''What's up?''- 4 non blondes.

Un pequeño poema de amor


''Mujer esperada durante tantas vidas eres parida por mi sombra, tu piel de luna dorada endulza el laberinto amargo que me cubre como un mausoleo,las agujas de tu voz penetran en mi cáscara de piedra, entran en mi memoria, llegan al punto donde brota la vida y se convierten en los primeros latidos de mi nuevo corazón.''


-ALEJANDRO JODOROWSKY

Occiso

''En una vivienda de dos pisos,en el segundo (habitación principal),sobre una cama,se encuentra el cadáver de un hombre -raza mestiza,contextura media,apariencia descuidada-. Encima de una mesa pequeña, ubicada a la derecha de la cabecera,se aprecia un vaso desechable con residuos de un líquido amarillento. También,en ese lugar,un pequeño frasco plástico que posee en su interior una sustancia granulada blanca con lana roja. Al lado del cuerpo, un monedero con $1500 y una navaja suiza. No presenta heridas visibles,pero se aprecia una secreción sanguinolenta en boca y cianosis en cara y tórax superior.'' -Proclamaban los papeles de la inspección judicial, que utilizaba la palabra ''occiso'' a cada instante. ¡Qué horror!.

Varias veces quiso hacerlo pero el 27 de Agosto del 2000,lo consiguió.
Su ajetreo cotidiano,sus desórdenes mentales, se redujeron a un indicativo serial <<2241943>>,un código <<9030>>. UN  REGISTRO DE DEFUNCIÓN.
Nunca supo quién era su padre,se avergonzaba de su madre porque era campesina. Fue al seminario (no por fe sino por ambición). Era fan de The rolling stones,el aguardiente y las mujeres de una noche por billetes. Siempre andaba con chaqueta de cuero, pantalón de paño, camisa de cuello y manga larga, gafas de motociclista y la cabeza llena de problemas, producto de las deudas que tenía para mantener las apariencias.

La Pizarnik decía: ''Suicidarse es perder la noción de la fatalidad y del destino. No tener más miedo de lo que todavía puede venir a hacerme doler y sufrir. Suicidarse es reconocer que lo peor está ocurriendo ahora. El suicidio es el rechazo rotundo del presente. Por eso pocos neuróticos ansiosos se suicidan, están siempre a la espera de un mal mayor. Suicidarse implica la máxima atención y lucidez,decirse <<ésta soy yo,ahora,aquí>>. Y saber, también,que no se debe esperar más. Suicidarse es cerrar una puerta, la de la sala de espera.''.  Yo difiero,siempre me he aferrado a la vida aún sabiéndola efímera.

Quisiera recordarlo pero no puedo, sólo puedo imaginar su olor, su cara, su voz,su abrigo. No entiendo razones, ya no las busco; ME RINDO. No tengo nada suyo, nunca lo tuve, ni lo tendré.

Se fue... se desvaneció... ni siquiera dijo ''adiós''.

Cuando preguntaba por él, se convertía en estrella que habitaba el firmamento.

¿Se habrá olvidado de mí?. No lo sé. Sólo sé que la vida se reduce a nada. La suya, la tuve en mis manos. Un 3% de lo que era su cuerpo, en una bolsa de terciopelo rojo, dentro de una cajita de madera. Polvo. Ceniza. Preguntas sin respuesta.

Tenía tantas ganas de largarse pero lo retengo acá, en mi pensamiento.





-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

lunes, 22 de febrero de 2016

A la deriva



Quisiera compartirles algo que jamás he de olvidar, quizá no sea un episodio ilógico o excepcional, pero siempre es bueno llenarse la vida de pequeños placeres.

Iba a la universidad en el bus,sentada junto a la ventana (que estaba abierta, porque así es como siempre, me gusta viajar;recibiendo el viento en la cara). Eran alrededor de las 7 de la mañana y hacía un frío que si bien, no calaba los huesos, hacía perder el funcionamiento de las manos y ponía la piel morada, lista para recibir calor de otro cuerpo. Como de costumbre, iba prestando atención a esos detalles de nada, que suelen ser motivo de sonrisas profundas e inspiración constante; el vuelo de un insecto o un ave, la caída de las hojas, la soledad que habita las calles, temprano en la mañana. Esas cosas que a nadie le interesan pero que cuando las rescatas, no las puedes soltar. Y de pronto, como una revelación, ante mis ojos, tirado en el suelo, cubierto con periódicos, con papel y lápiz,escribía un habitante de la calle, no pude resistirme de la dicha y la tristeza (sentimientos que no podían ir juntos en la cotidianidad, pero que resultaron inevitables). Tomé apresuradamente mis cosas y me bajé sin importarme la primera clase del día. ¡Al carajo contabilidad, esto es más importante!. 

Tengo que admitir que al principio, creí que era una locura,bajarme y acercarme sin ningún tipo de cuidado (no me refiero a cuidarme de él por convenciones sociales, sino porque no quería interrumpir su inspiración, cosa que cuando me pasa a mí, me revuelve las entrañas). Cuando notó que un par de botas negras se le acercaban, levantó la mirada y me disparó una sonrisa maravillosa, NUNCA voy a olvidarla. Tenía la mirada cansada, estaba muerto de frío y seguramente de hambre, los labios resecos, quizá por la droga y en el papel que posaba en sus manos, habían un montón de letras, con una caligrafía preciosa que parecía extraída de un libro medieval. Me senté a su lado, luego de preguntarle si podía hacerlo y sorprendido, presuroso respondió ''Por supuesto'', con una voz un poco carrasposa que a pesar de ello, era preciosa. Le pregunté por su escrito y me lo leyó con una musicalidad similar a la de León de Greiff. Yo estaba embrujada, estupefacta y desolada. Le ofrecí algo para comer que traía en el bolso y le agradecí por su cordialidad. Me contó un poquito de su vida y con resignación,al final agachó la cabeza y se soltó a llorar. Siempre le gustó la poesía,en su casa había una enorme biblioteca. Su padre era un filósofo rolo y su madre, una linda y cálida ama de casa Bugueña. No tuvo hermanos. Nunca le faltó nada sólo el amor. Desde que tiene memoria, leía sin parar,casi no jugaba por estar ''embobado'' con la literatura aunque a veces, no comprendiera nada. Su padre siempre trabajaba y su madre no era muy expresiva. Cuando creció se dedicó al trago y a la exploración alucinante de las drogas revueltas con la literatura. ''¡Tremendos viajes! -casi gritó-. Estudió lo que su padre pero no con la misma seriedad, huyó de casa por rebelde a los 19 y jamás volvió. Ahora tiene 37, un rostro demacrado (grandes ojeras,pálido,con dentadura imprecisa y nariz desviada por una pelea en el 2001 (no le quisieron fiar su dosis, los desgraciados)). Desde entonces,se perdió, escogiendo atravesar los límites sin temor, arrepentido pero resignado y entregado por completo a la melancolía. ''Siempre escribo cosas buenas, cosas que recuerdo de mis tiempos en casa. De ahí para acá, lo que recuerdo es escaso y desagradable.'' ''Quisiera volver, mantenerme firme y no desviarme. Quisiera experimentar otro tipo de catarsis o éxtasis; el amor, por ejemplo, que nunca lo encontré, ni siquiera lo buscaba. Me divertía, me drogaba y nunca me interesaron los compromisos. Ya, en este ahora no tengo oportunidad de volver, ni de cambiar. En esto me he convertido,no tengo a nadie,estoy solo y así, quiero morir. Ojalá mañana ya no despierte y pueda ser alma libre y curiosa.'' Ojalá. ''Muchas veces he pensado en regenerarme pero ya no tengo tiempo, mi cuerpo está en las peores condiciones y yo, estoy muy sujeto a esta prostituta barata que es la droga. Me gana la ansiedad y me derrumban los miedos.'' Porfirio, se llama, quizá por Barba Jacob -quiero creerlo así,porque entonces sería mucho más mágico- . Me dio un abrazo, dijo ''gracias'', arrancó la mitad de su hoja, donde estaba escrito lo que anteriormente me había leído, ''esto es para vos''. Se levantó y despacito,se fue, sin darme tiempo para pronunciar palabra alguna. 


Tres horas estuve sentada a su lado,aprendiendo de tan ingenioso ser. 

No podía salir del trance y caminé desde el obelisco hasta la universidad, sin prisa y llenándome la cabeza de dudas e ideas nuevas. 

¡¿Por qué carajos ignoramos a tantos seres que han caído, sin preguntarnos por su historia, su estado y su verdad?!. Se me cae la cara de la vergüenza y tengo el alma encogida. Cuánta magia en la calle, a la deriva.






-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

sábado, 20 de febrero de 2016

Febrero 20


Febrero 20 del 2016
5.30 pm


Hoy, como casi siempre, me puse existencial. Estoy terminando de leer ''Mi cuerpo es una celda'' -interesante pero devastador, si sos voluble como yo- y si quieres saber, lo compré con mis últimos $50.000, por eso lo devoro con mesura. Página por página recuerdo que como lo dijo Platón hace mucho ''el cuerpo es la cárcel del alma'' ¡Qué putada tan grande!.

Ya me conoces y sabes que hasta el viento me molesta,cuando golpea con demasiada fuerza, ¡maldita sea!. ¿Quién es esta, que escribe llena de rabia?, ¿está loca?. Probablemente. Es lo más seguro.

No me gusta hablar de mí porque ni siquiera sé si soy esto que digo ser. 
Estoy viviendo en un cuartito ($145.000 al mes), la comida la consigo a estirones y a veces,hasta me olvido de comer. Tuve que vender muchos de mis libros para suplir algunas necesidades femeninas -repugnantes para mí-. Acá no hay electricidad (ese es un lujo que no puedo darme), la única luz con la que cuento para leer o escribir, es la que me proporciona el sol cuando se asoma por la ventana (quebrada y llena de suciedad);cuando se va, me tiro al suelo (que es donde duermo porque también vendí mi cama -ésta,por un poco de vino y 4 cajas de cigarros que me duraron un día de ansiedad-) hasta dormirme o perderme entre las marañas de mi mente. 

No sé si vayas a leer esto pero por si acaso, me gustaría decirte -jurarte- que hace mucho ando sin vicios, no me gusta hablar de eso, pero no los dejé por gusto,sino por falta de plata. No creas que me compuse para redimirme (de todas formas ya no puedo componerme), sólo lo hice para poder sobrevivir otro poquito en este hueco. 

Ando muy influenciada por el cabezón de Caicedo, lo he leído hasta el cansancio y me embriago imparablemente de él. También quisiera matarme y discúlpame la franqueza, pero vivir así, aquí; no es para nada placentero. Vivo sola y eso es lo único que me encanta. Desde siempre he sido así, solitaria, enclaustrada. Sigo siendo esa niña que garabateaba en cualquier papel y jugaba a la doctora,por eso me molesta tanto la compañía. Me duele la cabeza cuando alguien me habla largo y tendido,desconociendo que a mí, me importan un rábano sus anécdotas. Yo, con hipocresía (ni más faltaba), sonrío, asiento y digo para mis adentros: ''que se calle, que se calle''. 

Todas las mañanas me cae un balde de agua que me congela el cerebro. ¡NO es una metáfora!, literal, sólo un balde de agua helada tengo para ''limpiarme'' el cuerpo en 4 baldosas que se dicen ''baño''. Si se me antoja orinar, afuera hay una letrina comunal -Ya te imaginarás,donde ando-. 

¡Esto es una mierda!, ni escribo,ni como bien,ni tengo sexo, ni disfruto. No tengo nada y no hablo precisamente de cosas materiales,porque sabes que con mis libros, mi reproductor y mi casete de ''Sound city. Real to reel'',soy feliz. Me refiero, a esas cosas que tienes cuando te sobra esperanza y estás espiritualmente bien. Llegar cansada y caminar descalza, ver la luna recostada sobre la hierba,besar,amar,sentir. Yo, me he reducido a un montón de carne,vísceras y huesos que se arrastran por inercia. 
El alma se me esconde, el espíritu se murió hace mucho y la melancolía siempre viene a recordarme que en este presente,soy la mierda de mi pasado.


Pero no te escribo para reafirmar la miseria en que me he convertido, te escribo para saludar y decirte que siempre pienso en ti (sobre todo si voy por la calle y encuentro un poema de Baudelaire en el viento, en la cara de la gente o una hoja que reposa en el piso). Espero que a ti, la vida te esté tratando mejor y que tu cabeza no esté llena de ''cucarachas'', como decía mamá. Por cierto, ¿qué ha sido de ella?, ¿feliz con mi hermano el ''doctor''?. Seguramente sí. Hazme un favor y no me cuentes nada de ella, no quiero saberlo. Hace mucho murió para mí. 


La luz natural se me está acabando. Me apresuro y te mando un fuerte abrazo con ''te extraño''s enredados. Perdóname por lo inesperado y tardío de este pedacito de mí. 

Quisiera que comprendieras mi partida y entendieras que eres el poema de mi vida pero ya no hay tiempo.


No me olvides, así me inmortalizo en vos. 
Yo mientras tanto sigo creyendo que cuando muera -que no tardará-, 
mi última palabra agonizante,será tu nombre. 

Te amo eternamente y te anhelo hasta la eternidad.

¡Perdón!








-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

miércoles, 17 de febrero de 2016

AMAR


Abres los ojos, el día está frío pero existe el verbo ''amar'';conjugas despacito y te dejas llevar.
Caminas,corres,vuelas,besas,SONRÍES, ¡Por dios, SONRÍES!. 

Amar es acción, no verbo. Amarlo todo, amarte entero. Amar es reinventar,amar es ser un poquito libre. 

Yo amo y vos ¿amás?




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

martes, 2 de febrero de 2016

Operación innecesaria



(1+1)*anteros= 1

¡Qué ganas!


Qué ganas de llamarte "amor" de nuevo. Qué ganas de tomarte la mano,de huir,de perdernos. Qué ganas de reescribir la historia sin pausas ni borradores. ¡Qué ganas!.


Qué ganas tengo de amanecer a tu lado,de compartir mi espacio y desvelarme contigo mientras trabajas y te canto al oído.
Qué ganas de que no vuelvas a faltarme,de tenerte siempre sobre mis piernas esperando caricias en la cabeza,como un niño.
Qué ganas de desgastarnos los labios y armar un campo de batalla con nuestras ideas.


¡Qué ganas tengo de que hagamos las cosas bien!. Qué ganas de demostrarme por completo que hay segundas oportunidades que lo merecen todo.






-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

lunes, 1 de febrero de 2016

domingo, 24 de enero de 2016

¿Por qué ''nombre'' y no ...?


Nunca he estado conforme con esos nombres que les damos a las cosas. Las cosas no son porque son llamadas; yo no soy porque me llamo ''Agnes'', ''Rufina'',''Juan'' o ''Venus'';qué sé yo. ¿Por qué ''silla'' y no ''cristónfula''?, ¿por qué ''libro'' y no ''anterío''?. ¿Por qué, por ejemplo, mi vecina -la chismosa-, se llama ''María de los Ángeles'' y no ''Bruja''?,mal no le quedaría, es desagradable, se la pasa espiándome y me tacha de loca porque tengo mi propio vocabulario. Le hablo como quiero porque prefiero que no me entienda;la insulto con frecuencia, a mi modo y ella sólo dibuja con su mano derecha, una cruz en el aire. ''Cornapútrida,-le digo- cornapútrida y misantérica''. Me da mucha risa ver a la pobre vieja asustada. ¡Que cornaputra a otro!, yo nunca he hecho nada merlato o garnuzo.

Como escribo esto para mí, no me importa que no se entienda; siempre he reinventado las palabras; de hecho, nadie sabe mi nombre real, ni siquiera yo lo recuerdo; todos los días me invento uno nuevo, ayer fui ''hoja'', hoy soy ''brisa''.  Quiero creer que no me llamo, que simplemente existo y que cuando existo, existo bonito y por eso nadie precisa mi nombre. Cuando parta hacia la nada, me recordarán como magia, esencia, vida que no es nada de eso pero que los hizo vibrar. Quiero ser ese gesto que hace la gente feliz o enamorada ("sonrisa",le dicen), quiero ser ademán cortés, movimiento tras suspiro, contenido de las gotas, sentido del vuelo de las aves y un poco de música argentina.

¿Por qué a la ''música'', le llamamos ''música'' y no ''magia'', ''éxtasis'' e incluso cuando pesa, ''karma''? Pienso que quien inventó y repartió los nombres de las cosas, era un maldito grisántono; no podía ser algo más. Decirle ''azul'' al cielo, es un atropello, hasta yo misma me abofeteo cuando lo menciono, ¡qué diminuto!, 4 letras para tanta inmensidad.

¿Por qué ''zapatos'' y no ''compañeros''?, ¿por qué ''vida'' y no ''misterio''?, ¿por qué?, ¿por qué carajos, ''amor?'', ¿por qué no, mejor ''locura''? y a propósito ¿por qué nos dicen ''locos'' si somos los más ''cuerdos''?.






-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO   -¿Por qué todo esto y no simplemente ''nadie''?

Pobres

 

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que tienen la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres.




-Eduardo Galeano.

viernes, 22 de enero de 2016

ENIVREZ-VOUS




Il faut être toujours ivre, tout est là ; c'est l'unique question. Pour ne pas sentir l'horrible fardeau du temps qui brise vos épaules et vous penche vers la terre, il faut vous enivrer sans trêve.
Mais de quoi? De vin, de poésie, ou de vertu à votre guise, mais enivrez-vous!
Et si quelquefois, sur les marches d'un palais, sur l'herbe verte d'un fossé, vous vous réveillez, l'ivresse déjà diminuée ou disparue, demandez au vent, à la vague, à l'étoile, à l'oiseau, à l'horloge; à tout ce qui fuit, à tout ce qui gémit, à tout ce qui roule, à tout ce qui chante, à tout ce qui parle, demandez quelle heure il est. Et le vent, la vague, l'étoile, l'oiseau, l'horloge, vous répondront, il est l'heure de s'enivrer ; pour ne pas être les esclaves martyrisés du temps, enivrez-vous, enivrez-vous sans cesse de vin, de poésie, de vertu, à votre guise.




-(In Les petits poèmes en prose)


Charles Baudelaire.

ÉPILOGUE



I




Le soleil, moins ardent, luit clair au ciel moins dense.
 Balancés par un vent automnal et berceur,
 Les rosiers du jardin s’inclinent en cadence.
 L’atmosphère ambiante a des baisers de sœur.
 La Nature a quitté pour cette fois son trône
 De splendeur, d’ironie et de sérénité :
 Clémente, elle descend, par l’ampleur de l’air jaune,
 Vers l’homme, son sujet pervers et révolté.
 Du pan de son manteau que l’abîme constelle,
 Elle daigne essuyer les moiteurs de nos fronts,
 Et son âme éternelle et sa forme immortelle
 Donnent calme et vigueur à nos cœurs mous et prompts.


 Le frais balancement des ramures chenues,
 L’horizon élargi plein de vagues chansons,
 Tout, jusqu’au vol joyeux des oiseaux et des nues,
 Tout, aujourd’hui, console et délivre. — Pensons.




II



 Donc, c’en est fait. Ce livre est clos. Chères Idées
 Qui rayiez mon ciel gris de vos ailes de feu
 Dont le vent caressait mes tempes obsédées,
 Vous pouvez revoler devers l’Infini bleu !
 Et toi, Vers qui tintais, et toi, Rime sonore,
 Et vous, Rythmes chanteurs, et vous, délicieux,
 Ressouvenirs, et vous, Rêves, et vous encore,
 Images qu’évoquaient mes désirs anxieux,
 Il faut nous séparer. Jusqu’aux jours plus propices
 Où nous réunira l’Art, notre maître, adieu,
 Adieu, doux compagnons, adieu, charmants complices !
 Vous pouvez revoler devers l’Infini bleu.
 Aussi bien, nous avons fourni notre carrière,
 Et le jeune étalon de notre bon plaisir,
 Tout affolé qu’il est de sa course première,
 A besoin d’un peu d’ombre et de quelque loisir.


– Car toujours nous t’avons fixée, ô Poésie,
 Notre astre unique et notre unique passion,
 T’ayant seule pour guide et compagne choisie,
 Mère, et nous méfiant de l’Inspiration.




III



 Ah ! l’Inspiration superbe et souveraine,
 L’Égérie aux regards lumineux et profonds,
 Le Genium commode et l’Erato soudaine,
 L’Ange des vieux tableaux avec des ors au fond,
 La Muse, dont la voix est puissante sans doute,
 Puisqu’elle fait d’un coup dans les premiers cerveaux,
 Comme ces pissenlits dont s’émaille la route,
 Pousser tout un jardin de poèmes nouveaux,
 La Colombe, le Saint-Esprit, le saint Délire,
 Les Troubles opportuns, les Transports complaisants,
 Gabriel et son luth, Apollon et sa lyre,
 Ah ! l’Inspiration, on l’invoque à seize ans !
 Ce qu’il nous faut à nous, les Suprêmes Poètes
 Qui vénérons les Dieux et qui n’y croyons pas,
 À nous dont nul rayon n’auréola les têtes,
 Dont nulle Béatrix n’a dirigé les pas,


 À nous qui ciselons les mots comme des coupes
 Et qui faisons des vers émus très froidement,
 À nous qu’on ne voit point les soirs aller par groupes
 Harmonieux au bord des lacs et nous pâmant,
 Ce qu’il nous faut à nous, c’est, aux lueurs des lampes,
 La science conquise et le sommeil dompté,
 C’est le front dans les mains du vieux Faust des estampes,
 C’est l’Obstination et c’est la Volonté !
 C’est la Volonté sainte, absolue, éternelle,
 Cramponnée au projet comme un noble condor
 Aux flancs fumants de peur d’un buffle, et d’un coup d’aile
 Emportant son trophée à travers les cieux d’or !
 Ce qu’il nous faut à nous, c’est l’étude sans trêve,
 C’est l’effort inouï, le combat nonpareil,
 C’est la nuit, l’âpre nuit du travail, d’où se lève
 Lentement, lentement, l’Œuvre, ainsi qu’un soleil !
 Libre à nos Inspirés, cœurs qu’une œillade enflamme,
 D’abandonner leur être aux vents comme un bouleau ;
 Pauvres gens ! l’Art n’est pas d’éparpiller son âme :
 Est-elle en marbre, ou non, la Vénus de Milo ?
 Nous donc, sculptons avec le ciseau des Pensées
 Le bloc vierge du Beau, Paros immaculé,

Et faisons-en surgir sous nos mains empressées
 Quelque pure statue au péplos étoilé,
 Afin qu’un jour, frappant de rayons gris et roses
 Le chef-d’œuvre serein, comme un nouveau Memnon,
 L’Aube-Postérité, fille des Temps moroses,
 Fasse dans l’air futur retentir notre nom !








-Paul Verlaine.

miércoles, 20 de enero de 2016

Extracto de "Diarios" - Alejandra Pizarnik

“Mátenme al alba. Con cuchillos [ilegible] y con cuchillas oxidadas. Estaré en cuclillas esperando. Salva tu amor. No lo salves. Desafección y mierda violenta que aprendió a expresarse en nuestros días mediante fórmulas atroces como «hacer el amor» y «asumir la responsabilidad» y «negar el pasado» y «el hombre es lo que se hace». No hay más que la memoria, maravilla sin igual, horror sin semejanza. Hace mucho que me entregué a las sombras. Y no me contenta mi destino sombrío, mi destino asombrado. Me han asolado, me han agostado. Libérame de ti pues te amo y no estás. No me hables. No te apostes en mis rincones preferidos. Estás aquí. Me deliras. Me cortas las cintas de colores que me aliaban a las niñas que fui. Me abandonas loca furiosa, comiendo sombras furiosamente, girando convulsa con las manos espantadas, revolcándome en tu huida hasta los atroces orgasmos y gritos de bestia asesinada. Pero te amo. A ti te asumo, ante ti sin pasado ni relojes ni sonidos. Sucia y susurrante, leve, ingrávida, llena de sangre y de sustancias sexuales, húmeda, mojada, reventando de calor, de sangre que pide. Me dañas la columna vertebral, tantos días despeñada sobre tu cuerpo imaginado. Me dañas la cabeza que di contra las paredes porque no sabía qué hacer salvo esto: que debía golpearme y castigarme ya que tú no venías. Con tu sonrisa de paraíso exactamente situado en el tiempo y en el espacio. Con tus ojos que sonríen antes que tus labios. En tus ojos encuentro mi persona súbitamente reconstruida. En tus ojos se acumulan mis fragmentos que se unen apenas me miras. En tus ojos vivo una vida de aire puro, de respiración fiel. En tus ojos no necesito del conocimiento, no necesito del lenguaje. En tus ojos me siento y sonrío y hay una niña azul en el jardín de un castillo. Ahora que no estás me atrae la caída, la mierda, lo abyecto, lo denigrante. Salgo a la calle y siento la suciedad, la ruina. Entro en los bares más siniestros y tomo un vino como sangre coagulada, como menstruación, y me rodean brujas negras, perros sarnosos, viejos mutilados y jóvenes putos de ambos sexos. Yo bebo y me miro en el espejo lleno de mierda de moscas. Después no me veo más. Después hablo en no sé cuál idioma. Hablo con estos desechos que no me echan, ellos me aceptan, me incorporan, me reconocen. Recito poemas. Discuto cuestiones inverosímiles. Acaricio a los perros y me chupo las manos. Sonrío a los mutilados. Me dejo tocar, palpar, manos en mi cuerpo adolescente que tanto te gustaba por ser ceñido y firme y suave. («La lisura de tu vientre, tus caderas de efebo solar, tu cintura hecha a la medida de mis manos cerrándose, tus pechos de niña salvaje que los deja desnudos aun cuando llueve, tu sexo y tus gritos rítmicos, que deshacían la ciudad y me llevaban a una selva musical en donde todo confabulaba para que los cuerpos se reconozcan y se amen con sonidos de leves tambores incesantes. Esas noches en que hacíamos el amor debajo de las grandes palabras que perdían su sentido, porque no había más que nuestros cuerpos rítmicos y esenciales… Y ahora llueve y tengo náuseas y vomito casi todo el día y siempre que hay un olor espantoso en la calle, un olor a paquete olvidado, a muerto olvidado. Y tengo miedo. Eso quería decir: que no estás y tengo miedo.»)”
― Alejandra Pizarnik, Diarios: edición definitiva

Absurdo


Agnes nace de un gesto como Venus de la espuma;las menciono con la única finalidad de ejemplificar la manera en que nacen ciertos seres a partir de breves demostraciones de otros o de la propia imaginación. Así somos, creativos e ilusos, egoístas y un poco dementes, buscando perfecciones en mortales y planes a largo plazo en presentes mal sostenidos. Aquí estamos, idealizando a quienes amamos para luego desencantarnos por sus diferencias abismales con nuestros modelos mentales, para decepcionarnos de lo que nosotros mismos inventamos, que a veces resulta utópico. ¿De qué nos quejamos si vivimos en un domo absurdo,sostenido por nuestro inmenso ego?. ¿De qué me quejo yo?, realmente no entiendo.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

¿Te quedarás?


-¿Te quedarás cuando no me encuentre, cuando me deteste, cuando no soporte ni siquiera el peso de mis huesos?. ¿Te quedarás cuando me enfade por tu desorden y tu cinismo?. ¿Te quedarás cuando mi piel se arrugue y no quiera sexo?. ¿Te quedarás cuando llore, para abrazarme y ofrecerme refugio?. ¿Te quedarás?. Realmente, ¿te quedarás?, ¿estás dispuesto?. ¿Te quedarás incluso para callarte tus reproches y besarme los enfados?. ¡No puedo creerlo!.
¿Te quedarás si tú azul y yo negro?, ¿te quedarás si tú rock y yo jazz?, ¿te quedarás aunque declame poesía y cante como una loca en el baño?. ¿Te quedarás aunque las haya mucho más bonitas e inteligentes?. Tengo miedo,tengo miedo de que antes de terminar este interrogatorio, te canses y me des la espalda, abriéndote paso hacia un mundo que no puedo comprender y que no tiene que ver conmigo; tengo miedo de que te marches sin más que esta imagen de mí, deshecha y frustrada. No entiendes cuán difícil es confiar en nosotros cuando tantas veces hemos fallado. A veces creo que no tiene caso. Y aunque no quiero eternidad o promesas vanas, me gustaría creer que por lo menos mientras se pueda, te quedarás. Ya sé que debo callarme y entregarme al sentimiento pero me duele el pecho,me duele cada parte imaginando tu ausencia; aún sabiendo que sin ti la vida sigue, prefiero evadir esa opción.

¿Te quedarás entonces?. ¿Te quedarás para arrebatarme las preguntas y llenarme de certezas?





-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

Un café, la tarde y una canción


Es impresionante lo que ocasiona escuchar de nuevo y con atención, las melodías que un día fueron motivo de sonrisa simplemente por ser obsequio de alguien especial.










Fui por un café (bien cargado,negro y sin azúcar,como siempre), me acosté y reproduje la primera canción que encontré, ¡Qué sorpresa!, ahí estaba Silvio y con él venía un mundo de recuerdos que a veces sintiéndome apta, quiero olvidar. Entre sorbo y sorbo,amargo y oscuro, me topo con cada palabra que me arrulla, que me atrapa,que me roba los suspiros y me tira bien lejos de esta realidad.
No me duele, al contrario, me llena, me emociona profundamente escuchar atenta y minuciosamente, tranquila, sin lágrimas ni el peso del ayer que se desvaneció en cuatro parpadeos,mil sonrisas (que resultan pocas), dos viajes y muchos vuelos; me alegra traer esos instantes,escuchar esos arpegios y escribir estas líneas que no tienen pretensiones, que sólo buscan dejar constancia de esto que se siente cuando se tiene el alma ''depurada'' (sin concepciones de la transubstanciación).

La vida es tremendamente generosa, nos enseña de a pocos que se puede recordar,que se puede dejar todas las cargas negativas; nos enseña que para amar no existe tiempo, razones o medidas. La vida nos enreda entre la música; La vida o la providencia, qué sé yo, nos acurruca entre sus brazos.

El café se terminó, la canción también pero esta sensación de dicha,este maravilloso sentirse sin miedos,jamás.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.




jueves, 14 de enero de 2016

Hola, pequeño ser



¿Me escuchas?, ¿me sientes?, ¿me ves?. Yo, por mi parte, te siento, te percibo, escucho cuando tarareas o cuando gritas enfurecido para que me detenga.

¿Qué pasa contigo?, ¿qué pasa con los dos?.

A veces temes, lo sé, pero ¿a qué le temes?. ¿Al movimiento?, ¿a mis malas decisiones?; ¿le temes acaso a mis manías o a mi modo de llevar la vida?. Si, si, ya sé. No tienes que responder, entiendo perfectamente que no quieres hacerlo y que por eso te escondes; huyes de mí, de lo que me he convertido;huyes de mis entrañas que se revuelcan y de mi mente oscura y suicida.
Estás ahí, donde nadie busca y por ende, nadie encuentra; estás donde te guardé por conveniencia, pero me esperas, me esperas ansioso, con los brazos abiertos aunque con timidez; me desconoces y eso te aterra, pero soy yo, no han cambiado mis nombres; quizá, -no puedo mentirte-cambié un poco, arrugué mi alma, me detuve, me aferré a las cosas insanas que proporcionan cierta satisfacción o sopor.

Sé que me escuchas, ahora lo sé y por eso te hablo, parezco un loco; miro el cielo sin mirarlo y ni siquiera muevo los labios, pero te hablo.

Siempre pienso en ti, en que eres pequeñito y quieres salir. Sé que allá está oscuro y que la única luz que te queda es la de tus ojos, que de a pocos se apaga. Sé que parezco olvidarte, pero no es así,siempre busco la manera de que encajes para por fin sacarte y evitarme esta culpa. Sueno egoísta, ¿cierto?, quizá lo sea, no me importa porque tengo necesidad de arrancarme del pecho esta sensación de asfixia que deja el saberte encerrado.

Recuerdo cuando el que gobernaba sobre este cuerpo eras tú, ¿tú lo recuerdas?. Dime que si para evitarme los sentimientos melancólicos y ridículos, no tengo tiempo para ellos. Es cierto, hace mucho no te hablo y seguramente desconoces que soy todo un empresario;llamo, me llaman, viajo, estoy siempre en juntas, no tengo tiempo para nada, bueno a veces, cuando puedo, tomo un par de cervezas en el bar de la esquina y fumo un par de cigarros (ya sé que desprecias el cigarro, pero no puedo dejarlo). Estoy ajetreado de día y de noche por eso hoy que tuve unas horas para mí, volví a este lugar y pensé en ti.
...
¡¿Todavía me escuchas?!

Vine y  me recosté, parece que hace mucho no veía los matices del cielo, ¡ES UNA HERMOSA PINTURA!; parece que lo había olvidado.

¡Vamos,¿estás vivo?!. Pero qué cosas digo, por supuesto que si, no puedes morir, te necesito vivo para evitarme los disgustos y los remordimientos. No te vayas a morir, no te atrevas a echarme la culpa.

Ya sé, ya sé, ya sé ¡MALDITA SEA!.

¡Pequeño ser, pequeño yo, trozo de vivacidad, resto de alegría!, vuelve, mentí, te he olvidado, te he cambiado por los trajínes de la adultez, los papeleos, el licor, los apegos materiales. Te he olvidado y he olvidado buscarte, quizá te asfixié con mi ego, con mi desdén y con mis ansias de ser ''mejor'' para el mundo y no para mí mismo.

Me olvidé de ti, pequeño ser. Olvidé el rostro de la infancia, de las gelatinas; olvidé el olor a hierba, a barro; olvidé la rayuela, el tope, las escondidas; olvidé sonreír, cantar a coro ardido, correr porque si. Olvidé ser niño, me alejé de mí. Es mi culpa. Ahora ya no estás, ya no hay nadie dentro de mí. Se ha ido mi niño interior y me ha dejado a un ser ruin.

Pequeño ser, no me dejes, no huyas. ¡Ayúdame a recordar aquellas épocas en donde se amaba sin reservas!.


Hola,pequeño ser. Hola y adiós.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

martes, 12 de enero de 2016

Quiero creer


Me parece curiosa, quizá hasta ridícula, la manera que tenemos los humanos de hacer que algo pequeñito deba reservarse para ocasiones estrictamente necesarias o ''especiales''; como si no fuesen especiales por sí solas, como si nos cobraran por demostrarlas o por dejarlas ser. Algo tan mínimo, tan simple, tan breve como un abrazo (en el momento justo, para reparar,para abrigarnos el alma o quitarnos los miedos,para sentir eso que sólo se siente cuando escuchamos el corazón de alguien a quien queremos, latir al ritmo de la melodía que ambos inventan) o una sonrisa, es puesto en la cajita de los tesoros, esperando para ser compartido sólo con aquel que nos lo exija. ¿Por qué?, ¿No les estremece sentirse seguros entre los brazos de alguien, recostados en su pecho o sobre su hombro?, ¿No se sienten mejor cuando el día empieza con una sonrisa propia o ajena?, ¿No les pasa que la vida se les hace un poquito más llevadera y bonita?.

Me rehúso a pensar que no se pueda abrazar todos los días, que no se pueda sonreír sin hipocresías o esperando algo a cambio; me niego a creer que estamos hechos de normas, de manuales, que nos dictan cuántos pasos dar, cómo darlos y qué hacer en caso de pisar otros suelos. Pienso más bien, que si la vida está hecha de desgracias, también de maravillas, de amor reinventado por cada quien, de magia, de dar sin esperar. Quiero creer que no somos una raza infame capaz de guardarse las mejores cosas para días marcados.

Los abrazos, los besos, las caricias, las sonrisas, las notitas infantiles o las cartas de amor, merecen ser cosa de todos los días, de todos los meses y años. Se nos pasa la vida creyendo que el día de demostrar es el que marca el calendario, llámese ''Día de Amor y Amistad o San Valentín'', ''Día de la madre o el padre'', etc; nos comemos el cuento y cruzamos los brazos en señal de desinterés.

Si tiene usted el alma un poco rota, le mando un fuerte abrazo.
Si se ve sin motivos, desganado, errático; sonría grande, yo también le sonrío.
Si quiere sentir sienta, si quiere demostrar,hágalo. No espere a que otro muera o se vaya de su lado para arrepentirse sobre lo que dejó de hacer por vergüenza.

No me malinterprete, no quiero decirle con esto que sofoque, que asfixie, que se arrastre a los lagos melosos; lo que quiero decir es que no se cohíba, ni se restrinja las ganas. No se deje llevar por las presiones o las apariencias y haga las cosas a su manera.


Quiero creer en que podremos algún día correr hasta donde nos esperan con los brazos abiertos, en lugar de aplazar los encuentros y ponerles pañitos de redes sociales mientras tanto.


Quiero creer...



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

lunes, 11 de enero de 2016

Fragmento de "Los Diarios de Alejandra Pizarnik"




 "¿Por qué no me ubico en un lugarcito tranquilo y me caso y tengo hijos y voy al cine, a una confitería, al teatro? ¿Por qué no acepto esta realidad? ¿Por qué sufro y me martirizo con los espectros de mi fantasía? ¿Por qué insisto en el llamado? ¿Por qué me analizo? ¿Por qué me olvido de mi alma y no estrujo el pañuelito húmedo leyendo Cuerpos y almas? ¿Por qué no me visto con elegancia y paseo por Santa Fe del brazo de mi novio? ¡Ah! Sé que la vida es muy breve. Sé que no soy eterna. Pero, en realidad, no veo la muerte. La veo lejana. Digo cuarenta años pero no los veo. Veo un espacio inmenso. Veo millares de días. Sé que hay tiempo. Sé que amo mi alma. Me amo a mí. Amo mi cuerpo y lo besaría todo porque es mío. Amo mi rostro tan desconocido y extraño. Amo mis ojos sorprendentes. Amo mis manos infantiles".






-Extracto de LOS DIARIOS DE ALEJANDRA PIZARNIK. -Alejandra Pizarnik.

viernes, 8 de enero de 2016

Confesión de un ''héroe''


En mi caminata encontré una pequeña librería con escasos estantes,un viejo en la puerta que tosía desaforadamente por el polvo que al parecer jamás se había levantado y un aire húmedo;sin duda, un lugar atractivo, apto para pasar desapercibido y escoger cualquier libro sin pensar demasiado. Mi propósito era tomar el que mi dedo eligiera, pero para mi suerte y su desgracia (la de ella), me topé con uno muy pequeño de escasas 12 páginas, que contenían un ''Corazón Delator'';sonreí por razones, hasta ese momento desconocidas, limpié el libro que estaba cubierto con ese polvo quizá desde el 63, lo pagué y fui corriendo a la oscuridad de mi casa.

-El ritual que he de describir puede parecerles absurdo pero aquí hay un choque entre mis pensamientos y una realidad inventada por un loco como yo.

Me encontré (frente a la puerta de mi casa, agitado, sudoroso, sediento) buscando las llaves con afán y un par de manos torpes;con dificultad abrí y me tiré en l cama; despacito como si de una reliquia se tratase y con la intuición de abrir la puerta del resto de mi vida, moví la portada dura, pasé las primeras e innecesarias hojas y sumergí la nariz en ese cúmulo de bacterias e ideas, que tenía entre las manos, ahí me quedé imaginando todo lo que habría de venir, sin imaginarlo del todo.Levanté la cara, estornudé tres veces y comencé a leer, abriendo los ojos entre cada expresión, lleno de fascinación, imaginando dulces escenas en base a ello; lo devoré una y mil veces.
Me recosté en el suelo y me perdí.

...


Desde aquel día las cosas cambiaron bastante, no soy el mismo, el mundo no es el mismo y me carcajeo en esta realidad que no tiene cabida para mis lúcidas y prolijas acciones.

Les contaré lo que les he dicho a todos con lo que ellos llaman cinismo y yo tomo por sinceridad,nada más.

Ese día, como mencioné, me perdí (lo cual no es una novedad pues toda mi vida he estado perdido). Me aferré a mis huesos, me paré y di vueltas por horas en la habitación. Hice algo que no había hecho en años:Salí dos veces a la calle, el mismo día, el mismo año. Fue sorprendente, fue liberador. Caminaba sin rumbo, buscando culpables a mi desgracia, lleno de ira, pateando piedras, papeles, incluso animales; caminaba rápido,haciendo ruidos y espantando a la gente que susurraba ''Ahí va el loco, ¡cuidado!'', ''Locos ustedes, hijos de nadie porque ni las putas los parieron''. Tenía la cabeza en blanco, mi cerebro mandaba órdenes a mis pies de manera involuntaria y armoniosa, mientras yo reposaba sobre ellos. Se detuvieron justo junto a una chica, rubia, grandes, senos, precioso rostro pero con olor a mierda (a cualquiera le hubiera parecido sandía o alguna fruta que en perfume, se torna empalagosa; pero yo detestaba esos olores y para mí era mierda) que me miraba asustada, como rogándome con la mirada que no le hiciera daño, ''Pobrecita''.  Su miedo me gustó, su perfume era el ojo vidrioso que estorbaba en esta historia. Dejé que cruzara la calle y con sigilo la seguí, ella caminaba acelerada,respirando fuerte como un caballo, yo iba oliendo su miedo y mis neuronas maquinaban un plan. Con la descripción que di de ella, creerán que me pareció hermosa y la seguía por ello, para nada, no me siento atraído por nadie ni por nada; quizá por eso cuando su miedo me atrajo, sentí la necesidad de darle rienda suelta a mis sentidos.

Llegó a su casa,abrió,entró sin percatarse de mi presencia y cerró, permitiéndome analizar todos los rincones exteriores buscando entradas posibles para comenzar con mi plan. Ni siquiera un maldito ladrón, pudo ser tan astuto. No recuerdo lo que hice, pero forcé una ventana oxidada y entré con una gran sonrisa en el rostro. Ella estaba cantando, la escuché y me irritó, entonces corrí a su encuentro, ella me vió, yo la vi,gritó mientras yo moría de risa. Mi cautela notoriamente fue escasa pero el placer de ver las marcas de terror en su cara, era mejor que tomarla de atrás, por sorpresa.
''Puta''-le dije- ''Déjame, infeliz'', gritó. Quería matarla y pensé en Poe y su historia, pero el problema de ella no era un ojo, era su maldito olor. La tomé por el cuello y la arrastré por toda la casa,la llevé a la bañera y la desnudé asqueándome de su cuerpo que otros habrían deseado, la tiré al agua helada,la restregué fuerte, con ira diciéndole cosas que no recuerdo, frotando cada parte con la finalidad de arrancarle el olor vomitivo;usé muchos métodos pero sin duda, mi favorito fue el ácido. Recuerdo que destapé el desagüe y toda el agua se fue, lo tapé de nuevo, fui por el ácido, que encontré entre los artículos de limpieza (todo mientras ella estaba inconsciente por un golpe en la cabeza, que recibió mientras la llevaba) y comencé a verterlo sobre su cuerpo;despertó,llorando, implorando y repitiendo mil veces que no la conocía, que nunca me había hecho daño, ''¿por qué yo?'',decía la muy puta, se creía inocente. Mis razones tenía, soy un esquizofrénico muy cuerdo, no iba a dejarla vivir llenando el aire de su fragancia de 3 pesos. Digo que éste fue mi método preferido porque iba carcomiéndosele la carne por poquitos, podía ver sus músculos,creo que se me escapó un orgasmo, es que era realmente delicioso ver como se iba la carne llevándose el olor a mierda y dejando un rastro imborrable de sangre ''elixir de vida''.A esas alturas ella se había desmayado del dolor que supuestamente sentía, para evitar más dolores de cabeza,decidí clavarle un cuchillo en el pecho,que bajé con precioso ademán por entre su pecho y su abdomen. Era un cuchillo perfecto, corté precisamente su tronco y hurgué sus tripas,las olí, me bañé en ellas y en la sangre;le abrí la cabeza,rompí su cráneo, piqué su cerebro, extirpé uno de sus ojos, quebré su nariz, amarré sus intestinos como si fueran cinta o una venda sobre su boca; pateé sus costillas y abrí espacio,introduje mi mano y emocionado apreté su corazón. -Imagino sus caras cuando lean esto. No me juzguen, merecía morir y matarla fue divertido.-
No me provocaba limpiar,mucho menos esconderla. Había realizado una gran hazaña, era un héroe, todos tenían que saberlo. Me puse lo que quedaba de sus intestinos sobre la cabeza, los corté para que no sobraran partes sobre mi cara y me coroné como ''Rey de las vísceras''; caminé despacio,salí de esa casa, dejé la puerta abierta e iba gritando ''Soy el rey'', todos me veían peor que antes,ahora tenían motivos,después de todo llevaba vísceras en mi cabeza, me imagino su terror de haber sabido en ese momento que eran humanas, ''Ja ja ja. ¡Qué divertido!''.

Caminé por mucho...
volví a casa y hablé con mi amigo Poe: ''Tú entiendes,amigo,uno no puede ir por la vida dejando que la gente deje su fragancia de mierda en el aire que va a tantos pulmones. Tenía motivos y no estoy loco, ¡Soy un héroe!. Tendrán que premiarme por librarlos de la hediondez de esa mujer.'' Esa noche no pude dormir de la dicha, me sentía aliviado, el deber estaba cumplido.

Mientras amanecía y recordaba entre carcajadas mi proeza,golpearon la puerta con violencia, quise ignorarlos,porque tenía mis sospechas,pero entraron de golpe y me vieron todo pintado en sangre seca y con una corona superior a la de Jesucristo,en la cabeza. Me tomaron de las manos y dijeron cosas absurdas mientras me golpeaban las costillas pero la felicidad que traía no podía opacarse. Esos malditos desagradecidos, los libero y así me pagan.

Aquí me tiraron, en esta caja blanca y acolchonada, me bañaron,quitándome el color del triunfo y cubriéndome con una camisa de fuerza.

Creen que estoy loco pero me río de ellos, de la vida,de la muerte, de esa perra que maté con gusto, porque ahora conservo el olor a su sangre y no a su splash de mierda.

¡NO ESTOY LOCO!, Estoy demasiado consciente y cuerdo, Los locos son ellos que me encierran por nimiedades, a diario matan gente sin motivo, yo al menos, tuve el mío.

Bendito Poe, tú me entiendes y eso me basta.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO