martes, 14 de noviembre de 2017

EXCRIBE

“¡EXCRIBE!”- Me ordena el infeliz.

Como si por excritura  se entendiesen una serie de escupitajos, un cúmulo de necedades, un ir y venir de la mente. Como si no tuviese yo que dejar mis ojos en los rincones de la casa y deshacerme de mis labios para fluir sin intervenciones.
Me pide que excriba sin percatarse de lo que su mandato trae consigo.

-“EXCRIBE, EXCRIBE, EXCRIBE. Pare, salta, baila tus dedos sobre el teclado o el papel. EXCRIBE, ¿no escuchas?, ¿acaso estás muerta?. ¡EXCRIBE, carajo!”-.

Yo lo veo sin verlo, sintiendo ira y al mismo tiempo ternura porque siente que puede revivirme, que puede confundirme para despertarme. Siente que las cargas de este cuerpo le competen y que puede llevarlas sin mayores perjuicios.
Quiero besarlo pero también me provoca patearle los testículos.
Quiero correr a sus brazos pero también estar sola.

“EXCRIBE”- me dice, el infeliz.

¿Por qué no mejor te acostumbras a que abandone la tinta?, ¿por qué mejor no te largas con una que escriba como vos y me dejas en paz?. ¿Es tan difícil entender que si me ordenas que excriba no voy a hacerlo?. Es como si dijeras corré, mientras me quiebras las piernas.
¿Para qué quieres que haga garabatos en una hoja si te van mejor las canciones y disfruto más cantar?.
Dices que quieres que viva pero ¿quién te dice que se puede sólo cuando excribo?



Un momento...

Todas estas líneas han pasado excribiéndote y ni  siquiera existes.

Comprendo todo.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO



domingo, 5 de noviembre de 2017

COORDENADA LASCIVIA




Quise fundirme con tu esencia y tus fluidos, naufragar por las olas de tus labios y estremecerme con la danza que tu lengua conocía a la perfección. 
Quise ser navegante para seguir las coordenadas de tu cuerpo y prenderme de tu falo, mientras te convertías en lasitud y placer. 
Quise poseer tu cabeza y tu cuerpo y demostrarte que los roles que impone el machismo pierden chiste entre estas sábanas. 
Venir, irte, gemirte, dibujarte, trazar de nuevo constelaciones con tus pecas.

Pero las ganas miserables no alcanzan, te fuiste y no basta la memoria para colonizar las murallas de este cuerpo ansioso de ti.

-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

ESTOY SIN CIGARRILLOS Y SIN TI


La felicidad me dejaba siempre solo.

Después del amor miro el cielo raso que es el cielo de los amantes: vacío de cal blanca, ya no estás. Recuerdo... después del amor sucedía un pudor silencioso, la nostalgia del deseo, la decepción de ese sueño de absoluto.

Para disimular su derrota o su triunfo imperfecto, Sandra prefiere dormirse mientras yo fumo, olvido, y no comprendo nada: ni la felicidad que se va, ni la que llegó.

Agobiado por la extenuación me hundí en una especie de quietud mística, y ese limbo en que cayeron mis sentidos me hizo desear la eternidad. Que ese instante sin dejar de ser humano fuera eterno. Que ni la noche ni el sueño tuvieran fin. Que nuestro silencio fuera puro y durable como la nada. Que cada cosa y cada gesto permanecieran en sí, idénticos, y en su puro instante sin porvenir.

Todo lo que quería en la vida era que Sandra estuviera allí callada y adorable, mía y muda para siempre.

Esta imagen fugitiva se ha ido contigo, y ya no estás. ¿En qué sitio del mundo cae ahora tu mirada, o hacia qué cielo se levanta? Ese cielo, sin nada mío, sin una estrella, debe ser un cielo vacío. Pero aquí, las cosas permanecen en el mismo sitio, inmutables, fieles a tu recuerdo: la misma mosca pegada a la tela de araña, el polvo de una larga semana, la corbata verde colgada en el clavo. Todo vive aquí una vida embalsamada. Nadie se atreve a moverse para que nada cambie. Todo espera que vuelvas para que resuciten los objetos inanimados.

Las cosas siguen siendo cosas, mi amor. Clea, el pájaro de mal agüero se murió de repente. Había llegado al monasterio una mañana de sol de invierno, un día de diciembre. El Monje le ofició un reposo con música de Verdi, exactamente con el Prelude de Rigoletto. Fue una mala noticia para todos, y una nube tapó el sol brevemente en señal de duelo. Luego vino un ave de rapiña y se la llevó.

¡Adiós Clea, habitante del viento!

Las rosas ya no son rojas, y se cansaron de su belleza. Las había cortado para mí en las inmediaciones de un lago. Los días de tu estancia conmigo lucían bien en su frasco de aguardiente, pero ahora se acabó. Se marchitaron por mi tos, la nicotina, la luz eléctrica y los chillidos de Paul Anka.

Ni el sol, ni el aire entran más aquí desde que te fuiste. Te has llevado lo mejor de mí, y las ganas de vivir. Por la mañana, el despertador agota toda su cuerda y yo lo dejo, pues no tengo nada qué hacer, ni a donde ir. La ciudad me horripila sin nuestras citas al pie de los cines, o en los salones de té, donde escribías mi nombre en tres idiomas, o me hacías declaraciones de amor sobre la servilleta: “Je t’aime”, “I love you”, “Te amo”.

—Gonzalo, ¿por qué te amo no tiene sino dos palabras?

—No sé.

—Debiera decirse en miles de palabras.

—¿Para qué?

—Para no terminar nunca y pasarme la vida diciendo: te amo... te amo... te amo...

Los libros siguen en el mismo sitio, sin leerlos. Las obras por escribir, que esperen. Estoy sin aliento. Las colillas amontonadas. El café frío. Las copas sin ron. La soledad en todas partes, y en el alma.

Nuestra canción francesa, Sandra, gira en el mismo círculo vicioso: olor a Campos Elíseos. París canalla, hojas muertas, primavera, boulevard de los sueños rotos, déjame ser la sombra de tu perro, la revolución de la belleza por un beso, tu colilla de Lucky por mi cráneo para que completes tu colección de ceniceros.

No pasa nada, mi amor. Sobre la terraza vuela un helicóptero, pero no estoy seguro. Puede ser una mosca. Sólo el reloj me habla de este minuto de la eternidad en que tu párpado se cierra y la tierra desaparece. Sucedía cuando te besaba y éramos felices. Tal vez ahora seas feliz en otra parte, sin mí. ¿O eres infeliz? Entonces, ¿qué hacer para seguir viviendo?

En lugar del revólver voy a la tienda de la esquina y me compro un almanaque Bristol con una copia de Modigliani que se te parece, como quien compra una libra de sal para la sopa.


Te cuelgo de la pared y me duermo mirándote.

-GONZALO ARANGO.

domingo, 15 de octubre de 2017

MUSAS


Como Varejāo plasma en esta obra, nos vamos agrietando y desmenuzando hasta que desaparecemos entre imágenes y olores nauseabundos, entre sangre y llanto. Quiero retomar esta pintura que descubrí hace muy poco, para recordar mi humanidad, mi corporeidad y carnalidad, que si bien es cierto, no es eterna, dura mientras yo exista y debo convivir con ella (preferiblemente en condiciones de amistad). Quise verme como el día que abrí el libro en esta página: reflejada y descubierta, además de desnuda y vulnerable. No se necesita poesía cuando la pintura lo dice todo. El arte viene siendo la cura y al mismo tiempo el malestar de quienes no lo asimilan. 


¡Desgarrémonos viviendo, sintiendo, caminando, descubriendo. Descuarticemos los miedos y colguemos las culpas para entregarnos por completo al "cuerpo de goce" como diría Jean-Luc Nancy!.


Sobre mi profesión


No puedo terminar de leer las 127 páginas de esa sentencia sin sentir estas ganas incontrolables de desbordarme en letras y hacerme vibrar de indignación. No puedo seguir evadiendo esta necesidad de derramarme o esta angustia por estar dentro y fuera al mismo tiempo. Día a día nos enseñan en la academia sobre justicia, equidad, cumplimiento de las normas en procura del bienestar general y la dignidad humana, entre otros valores, derechos y principios que son extremadamente poéticos pero poco palpables, yo diría que incluso, en algunos casos, inexistentes.
Nos enseñan a luchar, a tener ética (aunque no siempre), nos sacuden con noticias y practicamos oralidad. Pero nos sentamos en esos espacios a escuchar sin mayor cautela y a pretender que hacemos mucho aprendiendo artículos. Yo me siento completamente fuera de mi zona de tranquilidad cada vez que escucho que matan a alguien o que un docente dice que sería mejor generalizar el homicidio porque el feminicidio, en pocas palabras no tiene fundamento probatorio. Me siento absurda cuando leo fallos en donde parece que las conveniencias se apoderan de los escribientes. Me abruma cómo nos vestimos y perfumamos para las sustentaciones y olvidamos lo principal que es ponernos el humanismo, porque de eso se trata esta profesión. Estoy cansada de escuchar los comentarios despectivos, que demeritan los esfuerzos de la mayoría y nos plantan en un lugar inhóspito, lúgubre donde lo único que prima es el lucro y la deslealtad. Yo quiero creer que tanta corrupción, tantas muertes y tanta impunidad, algún día cesarán y que estudiar leyes no es sinónimo de deshonestidad sino todo lo contrario. Estando adentro uno descubre cuán extraño y crudo es el sistema y precisamente por ello, uno comprende cómo debe actuar teniendo en cuenta la ética profesional. No me pidan que me siente en los laureles a pretender que todo es perfecto y que inhiba la vista hacia las verdades jurídicas apenas obvias. No me pidan que me calle o que baje las banderas del feminismo o la humanidad,porque es inconcebible.

El camino emprendido es largo, largo y pedroso pero en medio de todo, hay esperanza, esa que se posa en los ojos de las personas que acuden a pedirnos ayuda, que esperan una solución a los problemas que los agobian. La esperanza que da al ver la inclusión de algunos sectores, la apertura de conciencia, la lucha por la no discriminación. La esperanza que da al ver que mujeres ocupan cargos en las altas cortes y que muchos abogados ilustres, obran en pro de las mayorías marginadas.

Esta abogada en proceso se suscribe ante ustedes con el afán de recordarles que en la academia se perciben más las injusticias y que por eso, vamos a luchar.


jueves, 12 de octubre de 2017

Ilusión

Estrella en la esquina inferior derecha.
Tez blanca.
Cabello rojizo.
Ojos grandes, sin brillo.

Parece una con la pared y con mi vida, parece una con el viento.
No se inmuta si la observo, la dibujo o la grito.
Luce muerta.

-Hacemos clic- (Ella sin saberlo).

Me gustan calladas pero no tontas. Aunque pensándolo bien, prefiero que discutan, que parezcan vivas y no estrellas en la esquina inferior derecha.
Sin embargo, está embriaguez de su voz, me llena de curiosidad y quiero hablarle, decirle "No sé cómo te llamas ni qué te pasa, pero ¿qué te parece si nos inventamos una historia desde cero y con los dos inmersos?". Jamás he sido tan lanzado pero una cachetada o una sonrisa, son mejores que esta incertidumbre.


Un día y medio.

Sigue siendo una con la pared. Lo único que la hace perceptible son esos lunares en sus hombros que distraen la molestia que representa el color de su piel, pálido, enfermo.

No se mueve, no habla, no come.


Tres días han pasado, abro la ventana y se ha ido.
Tal vez estaba soñando.
Tal vez la pared me jugó una mala pasada o las que se pasaron fueron las copas que tomé.

Estrella en la esquina inferior derecha: tres días, botellas de vino, canciones sin letra y toda esta incertidumbre.

Estrella tenue, estrella inolvidable.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

Octubre (Gracias)

Este Octubre 12, se escribe con letras de agradecimiento.

Agradezco al arte por enredarme entre sus trazos y grietas pictóricas. Agradezco al rock, al blues y al jazz, por hacerme creer que puedo cerrar los ojos mientras navego entre notas roncas y melodías perfectas. Agradezco al sol por abrigarme cuando creo preferir la sombra. Agradezco a la naturaleza por cobijarme los ojos y al cielo por ser peotagonista del álbum fotográfico de mi vida. Agradezco por sobre todas las cosas a los libros, a la literatura, al lápiz, al papel y a las tristezas, por convertirme en este ser que no puede ver las cosas sin asombrarse del todo, por hacerme sentir capaz de trascender y transfigurar, por aporerarse de mi alma y hacerme perder la noción realidad-espacio-tiempo. Agradezco a mi madre por ponerme libros en las manos desde los 5, rock en los oídos y miles de enseñanzas en la vida. Agradezco al cosmos por plantarme en esta órbita, siendo así de imperfecta, así de dispensable, así de rota.

Gracias, gracias, gracias a quienes me enseñaron que sonreír nunca sobra y que es mejor ir caminando sin afán ni pretensiones. Gracias por dejarme caer tantas veces para levantarme creyéndome más fuerte y gracias por permitirme ir poniendo piezas suyas en este rompecabezas infinito.

Octubre con gracias enredadas y las ganas bieeeeeeeen puestas.

jueves, 31 de agosto de 2017

AGOSTO INFAME


Este mes ha sido una MIERDA, no necesito poesía, porque no hay palabra que exprese mejor estos 31 días.

DESESPERACIÓN
ANGUSTIA
LLANTO
SOLEDAD
ANSIEDAD
EXISTENCIALISMO





Mierda, mierda, más mierda.

lunes, 21 de agosto de 2017

Barro tal vez



Si pudiera yo resumir el sentido de la vida,cantaría esta canción, demeritando la afinación natural pero dejando hasta el último estertor. La vida es tan linda y simple pero día a día nos empeñamos en confundir amor con apego, magia con ficción, adultez con muerte. A veces quisiera simplemente cantar hasta el final de los días y convertirme en polvo mientras el eco de mi voz retumba en los lugares más lejanos,quisiera ser una sola notita del flaco en un mundo paralelo donde no está muerto y apenas comienza a nacer. Quisiera ser libre,no tener prejuicios,ser niña sin importar la edad.
Si pudiera,me tatuaría esta canción en cada poro porque en el alma ya la llevo bien prendida.
Si pudiera me iría con los dos y trascendería la eternidad con la esencia de su canto.

Yo también quise ser cigarra,voz,fuego,pero morí en el intento. No sé si pueda revivir pero mientras lo descubro, tarareo esto que no llamo canción sino "SACUDÓN EXISTENCIAL".


https://www.youtube.com/watch?v=OlYJCUjT9Lk



Vino un verso pequeñito y se fue corriendo, porque más vale corto que amargo, más vale tinto añejo,más vale copa en mano que poema en el cajón donde guardo medias y recuerdos (o en medio del pescuezo -como diría mi abuelo-).
Este verso se volvió escrito y este escrito absurdo, como absurdo el día en que el verso me susurró "Aguacate" al oído y yo escribí sobre vino. No sé si tengo problemas con el alcohol y la coherencia o los locos son ustedes que no comprenden lo trascendental de este texto.

El verso hizo fiesta y no trajo ni aguacate,ni vino,ni medias,ni coherencia.



RECONSTRUCCIÓN


Este episodio de mi vida comienza (o sigue) con dos frases, una que siempre me dice mi madre y es que "hay que renacer de las cenizas como el ave fénix" y otra que le pertenece a la sabiduría popular "No hay mal que por bien no venga".
Estoy completamente de acuerdo con que tras las caídas, recordamos cuán fuertes somos y aunque ha sido un mes difícil, me atrevo a decir que una vez más salgo invicta en este tren que me lleva a cualquier lugar. Este fragmento de mi vida se trata de retomar apartes anteriores que dejé de lado, no sé si por temor o terquedad. Decidí iniciar un viaje llena de polvo, moretones y una maleta cargada con canciones para cantar desde las entrañas, una agendita por si alguna idea me asalta (ojalá nadie más), una cámara para capturar sonrisas, cielos y paisajes y no crean que lo olvido, también quiero unos libros para este futuro incierto que no sé cuánto vaya a tardar, pero ¿cuántos llevar y dónde meterlos?,en la maleta seguro no van a alcanzar, entonces he decidido cargar con uno, el de la buena memoria.
Me monto en este tren con más ganas que miedos y entre esas están las de tirarme de cabeza sin pensar en los errores posibles. Le digo un "hola" amistoso y sentido al futuro y acepto desde ya sus caminos aunque espero que esta vez no me toquen tan pedrosos, espero que suene al son de la negra Sosa, Nina Simone o Chavela Vargas y que huela a café o libro viejo. Me declaro lista y con las botas bien puestas.

Me dieron ganas de revivir y cantar otra vez, escribir con más fuerza que antes y recordar que la monotonía no se apropia de la vida de quien lucha contra ella y sonríe contra todo pronóstico.

-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

domingo, 13 de agosto de 2017

Tóxico


Siento que me me han arrojado al vacío sin más que recuerdos.

Hoy mientras estaba en el césped recordaba que mi tiempo libre (que no es mucho), era tuyo y que me adecué a ello, olvidando que soy sola también. ¿Cómo hago entonces?, ¿cómo camino sobre tus pasos?, ¿cómo me recuesto sobre tu ausencia,¿cómo aprendo después de casi 3 años que la soledad es algo normal?.

Recuerdo el llanto, los desvelos pero también tu sonrisa, tu mano sosteniendo la mía y me invade el miedo de tener que recomenzar toda mi vida sin tu compañía.

Me lleno de ansía pero eres tóxico, ¡necesito entenderlo!.

Decir adiós es morir... ¿he de resucitar?

jueves, 8 de junio de 2017

CADÁVER EXQUISITO


Me siento en esta silla roja a escribir lo que jamás planeo, a pensar que puedo reunir palabras porque una maldita frase me persigue desde el 2015. Dos letras me aturden y se me aparecen por donde voy: en el club, en la música, en el módulo, en la vida. Hoy decidí seguir el impulso y creer que es un hilo que se conecta a esta parcela literaria que es mi vida.

"CADÁVER EXQUISITO".

Qué decir al respecto más que así me he formado, no con palabras sino con momentos.

Mi cabeza: cosmos.
Mis ojos, dos esferas henchidas de paisajes.
Mis oídos, receptores de poemas y melodías.
Mi nariz, aspiradora infalible de polvo.
Mi boca y mis labios, un conjunto rebelde.
Mis pecas, una constelación.
Mi cuello, recinto de caja musical.
Mis hombros, sonrientes de besos.
Mis brazos, puentes de fraternidad.
Mis manos, dos niñas inquietas.
Mis pechos, Phobos y Deimos.
Mi sexo, ave hendiendo el cielo.
Mis piernas: salseras
Mis pies, caminantes incansables.

Ya veo que soy un ensamblaje, un rompecabezas, una construcción a través de de-construcciones.

Y ni hablar de mi mente, porque esa sí es un festival.

Ahora entiendo que el cadáver exquisito no es sólo una técnica de escritura o dibujo, sino también una realidad latente.

...
Somos experiencias, lecturas, momentos, besos, ideas, caídas. Somos retazos y está maravillosamente bien.

Hay que ser cadáveres exquisitos y no fantasmas trémulos o muertos en vida.

Hoy no quiero verme al espejo para sentirme miserable, sino para apreciarme completa y llena de energía.
Todos los días son buenos para reformular la posición de los retazos vivenciales.


-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO




lunes, 22 de mayo de 2017

Como si...


Juro que he visto a quienes creen que escribir es esquema, orden, plan y cálculo. Los he escuchado auto-proclamándose escritores, usando gafas,sentados junto a su ventana,escribiendo en su máquina, mientras fuman un cigarro y toman té.
Los he visto diciendo que publican, que conocen, que paren, cuando sus letras no son más que copias, trazos y fuerzas narcisistas.
Los he visto sintiéndose grandes mientras se abruman si no sacan versos o escuchan música clásica para concentrarse.
Como si escribir no fuese una fuerza caótica que lo tira a uno en el momento menos pensando al abismo que es la realidad o la ficción, como si escribir no fuese algo inesperado, algo milagroso, algo espontáneo. Como si germinar, crecer, sangrar, desmembrarse, fuera lo mismo que pavonearse. Como si se pudiese cuantificar la sensación de entregarse a una hojita en blanco o a una servilleta manchada de café. Como si escribir no fuera dibujar caricias sobre el cuerpo amado en vez de escribir sobre él mientras duerme, usando la puta barata que es la idea de la musa desnuda, que se posa frente a sus ojos para "inspirar" -Como si sólo de eso se tratase-. Como si no fuesen más que remedos sin gracia, títeres sin titiritero y escritores de letra sin alma. Como si escribir fuera plasmar solamente, como si no fuese llorar, vomitar, correr, gemir.

Juro que los he visto, he visto a ese club miserable de intelectuales de momento, risa fingida, sexo sin amor, camisa sin macha y vida vacía



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

jueves, 27 de abril de 2017

La que no existe



Hundo mi dedo índice en el centro de la esfera creada con la masa que contiene los 4 elementos, lo hundo con fuerza, cerrando los ojos e imaginando que se trata de los intersticios de su cuerpo, como si la humedad de su sexo se inmiscuyera y su ausencia fuese ilusión. Modelo despacio lo que más que vasija es carne y deseo cobrizo para mi avidez por y de ella. Me encuentro en el punto exacto entre la abstinencia y el tedio. Quiero adueñarme de las más infames perversiones y materializarlas en el lienzo de su cuerpo. Quiero arrancarle las bragas y verterle vino en medio de su pecho, pero nunca estuvo. Me obsesioné con cada parte de su cuerpo. Sus imperfecciones me enseñaron la divinidad más humana imaginable.
Mis manos calientes secan la arcilla y con brusquedad destruyo las formaciones genitales para rehacerlo todo y en un lapso de mierda abrir los ojos solo y abyecto, lanzando la masa contra la pared y recibiendo burlas existenciales.
“Un viejo caliente y un kilo de arcilla”-jamás vi algo tan absurdo.  Aunque lo absurdo era estar leyendo en las noches el libro de García Márquez con quien por cierto tuve una terrible relación. El engreído ese me dijo un día que sus escritos sólo eran para sabidos y que por eso no me agradaban. ¿Para sabidos?.  Que no me haga reír que como novelista es buen cronista y con razón. Lo leo y maldigo al doctor Urbino y al destino por traerlo a este instante. Quisiera decirle “Pendeja” mientras veo su cuerpo inerte pero ni eso tengo.

-Abismos de la alteración psíquica-.

El ensimismamiento, me obliga a dar vueltas por pasiones elementales, a hacer canje de realidades, a repartir soledades como si de un juego se tratase.

...

La sueño empapada tras una tormenta, temblando, arrojándose a mis brazos para seducirme con sus pezones erectos que se asoman por su camisa, que es mía pero se ve mejor sobre ella.
Su sombra infame me persigue.
-Agonía de éxtasis erótico y sentimental-.


Casandra (que no existe), se mezcla con el polvo de la figura destruida en el suelo torpemente entre mis festivales masturbativos. Pienso que busco excusas para sentirla y crearla, entre arcilla, humo de cigarrillo, aire, ojeras de adicto, ajonjolí, poesía, vinagre de manzana, pan quemado, noche, navaja, canción, tierra, arte, melancolía.
...

Su eternidad en mí, el maleficio de su cuerpo posándose en mis muslos, secreteando, ofreciendo café en la madrugada y olvido sin llegada o despedida.

Casandra, la que no existe, me habita y es yo, que soy ella porque me perdí inventándola.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

miércoles, 12 de abril de 2017

...



Que me arranquen de una vez las carnes y dejen vagar a mi alma que lo único que carga son sueños de tinta y verso. Que me olviden mientras me voy despacio entre el viento y los días. Que hagan de mí lo que les plazca mientras me poso en cualquier hojita que cae en Agosto.

Que me dejen morir soñando, que tragarme las palabras nunca ha sido mi intención.


De niña quería ser poeta, de grande también. Y así se van los días soñando, escribiendo, olvidando y siendo apenas Angie.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

viernes, 24 de febrero de 2017

Febrero 21 de 2017


El frío de la muerte,  me cala de nuevo y su rostro no me resulta indiferente,tu cara se dibuja en el lienzo infinito que es el universo y el adiós terrenal es una bienvenida a ser polvo cósmico.

Hoy te recuerdo,te veo sonreír en las imágenes que ya son pasadas, te siento ausente, te sé inalcanzable.
Los domingos ya no serán tuyos,la casa estará deshabitada,el gato se muere de a pocos y yo,me quedo sentada junto al espacio que ocupaba tu cama.

Hoy se cumplen 3 días de tu partida y todavía no lo comprendo,trato de no ser egoísta y de saberte en descanso pero este espacio es inabarcable y el alma no tiene reparación próxima.

Se fue la sonrisa,la fuerza,el optimismo tras la dificultad, se fue la sabiduría, la unión, la sazón maravillosa.
Se fue Silveria, la abuela.
Se fue con ella una parte de mi vida.
Se fue.
No va más.

La tapó la tierra y me ve con los ojos astrales que la trasmigración otorga.

Se va la vida, se van los días y las personas.


Adiós... hasta pronto. Déjame un trocito de tu fuerza. Por favor.




Gemido


"Haz cosas productivas" -dice la conciencia-.
 ¿Qué hay más productivo que sentir sin medida y escribir sin tapujos?-digo yo, mientras el roce del lápiz en la hoja, gime.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO
Quise escribir sin sentirme inmiscuida pero una carcajada vital me recordó que no se puede evitar lo inevitable.
Desnudarse en cada letra resulta necesario e inconscientemente mis carnes se atoran entre pausas y suspiros.

Exhalo el pasado y me sumerjo en las líneas corrosivas de un libro escondido.

Escribo con poco ademán y en lugar de cigarros, enciendo mi cabeza.



-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

domingo, 22 de enero de 2017

Parcela literaria



Un hueco maléfico intempestivo en el vientre, las manos temblorosas y los nervios que la primera vez no trajo consigo.
Mirando las teclas del computador, recordando una máquina preciosa de escribir que las circunstancias llenaron de óxido en los 90´s...
SINESTESIA REPENTINA: Veo los colores de cada melodía y quiero transcribir su espesor pero no puedo, me regresa la coherencia tras una bofetada. 

Tomo café porque odio el mate y omito el cigarrillo porque el mal sabor de boca siempre lo llevo conmigo, cambio las bocanadas por la niebla que se posa en la ventana y hago un trueque entre las angustias y un piso tibiecito amaderado en el cual posarme. Intento contenerme por meses pero cuando creo que madurar es dejar de ver la vida como constante inspiración para alguna prosa que se vuelve poética porque no encasilla en un concurso de cuento o investigación científica, recibo una imagen repentina y algún impulso vital, que siempre estuvo pero dejó a mi ser fluir, dejó a mi cabeza estallar y llegar al punto de cambiar a Einaudi por el metal, de estrujar al desorden extasiante y no a la miserable rutina. 

Torpe, miedosa, con los pies descalzos y el alma henchida de sueños, arrastro mis huesos en busca de algún hacha que me destruya este punto vital, que es más bien un libro empolvado, de esos que no cualquiera conoce o disfruta, de esos que dicen "AINSI SOIT-IL" en lugar de "Amar o depender", de esos que me escupen y se carcajean en mi cara, mientras me desnudan de los complejos y me recuerdan que escribir no es una cosa que uno deja porque quiere, que mis caprichos a las letras no le importan y que entre la abogacía y el ajetreo, hay espacio para lo esencial. Los paréntesis no le pertenecen a la escritura sino al resto de la vida. ¿Cuándo he de entenderlo?. 

Tengo más años de los que aparento y busco que eso me afecte, me pesa el pasado y me amargo los días además del café. 

-¡Qué patética te ves siendo o pretendiendo ser indiferente a lo importante!-.

Recuerdo entonces cuando leí por primera vez algo "prohibido" e "inmoral" que ahora sé,no era más que verdad satanizada. Me retomo entre los pasillos de la biblioteca, pasando mi dedo por el costado de los libros hasta que alguno me atrajera por razones cósmicas, estornudando por el polvo y riendo sola de la vergüenza. Me veo nuevamente sentada en el parque observando a las parejas sintiendo que el amor no me había alcanzado pues yo era más ágil; me río porque años después comprendo, que uno ama lo que le apasiona y que amar no es una prostitución sino muchas cosas. 

Ya no tengo frío, se acabó el café pero no puedo levantarme más, una fuerza extraña me sujeta al teclado y me revuelve las ideas como si por cabeza tuviese una licuadora. Siento pasos y no me interesa, quizá sea algún personaje que viene a entrometerse o se tomaron la casa y no me van a dejar salir, quizá es Alejandra o los cosmonautas, o simplemente es la arena del libro de Borges, puede ser el gato sin ojo o el corazón delator. Quizá es Saki, Sade o Caicedo. A lo mejor es Arango o Jaramillo Escobar que me trae su método fácil y rápido para ser poeta,por si me interesa creer que lo soy. De pronto es Sartre o Castor. No, no, definitivamente, me detengo a escuchar... es el mundo que viene a sacudirme, la certeza marchándose y la vida despertándome del letargo.

No tengo radio pero se reproduce en el espacio la canción que no conozco.
No tengo alas pero vuelo, 
No tengo ganas, las invento.
Tengo pasado y casi nada de futuro.
Conservo los sueños, las pinturas.
Me guardo los temores,las historias, los besos.
Me llevo los aprendizajes, los días de mierda y cuchara, los mamarrachos, las coronas de papel de cigarrillo.
Canto las melodías inexistentes, los regalos de amor o sexo.
Declamo canciones de la vida profunda y algún otro poema mientras tanto.
Amo sin censura y soy mientras me encuentro sin buscarme.
No creo en la suerte pero tampoco dejo de hacerlo.
No voy a la iglesia, no me interesa, tampoco las espinacas,los canales nacionales, la música comercial o el fútbol.
Dejo la filantropía para otros y me divierto mientras puedo.
Transgredo la genética y la cobardía de Carlos.
Me quedo con las tetas, les regalo la fragilidad.
Soy mujer porque quiero, soy humana y huésped de cuerpo.
Soy viajera, lectora y obstinada.
Soy orgullosa, jodida e insensata.
Soy la sumatoria de mis errores, lunares, historias y alguna cualidad.
Me compongo de los libros que he leído y olvidado, las sonrisas incontables y la sal que proporcionan las lágrimas.

Soy más libros que vivencias, más sensibilidad que infierno.

Parcela literaria... Páginas en blanco...Dispersión...






-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.