miércoles, 2 de marzo de 2016

Occiso

''En una vivienda de dos pisos,en el segundo (habitación principal),sobre una cama,se encuentra el cadáver de un hombre -raza mestiza,contextura media,apariencia descuidada-. Encima de una mesa pequeña, ubicada a la derecha de la cabecera,se aprecia un vaso desechable con residuos de un líquido amarillento. También,en ese lugar,un pequeño frasco plástico que posee en su interior una sustancia granulada blanca con lana roja. Al lado del cuerpo, un monedero con $1500 y una navaja suiza. No presenta heridas visibles,pero se aprecia una secreción sanguinolenta en boca y cianosis en cara y tórax superior.'' -Proclamaban los papeles de la inspección judicial, que utilizaba la palabra ''occiso'' a cada instante. ¡Qué horror!.

Varias veces quiso hacerlo pero el 27 de Agosto del 2000,lo consiguió.
Su ajetreo cotidiano,sus desórdenes mentales, se redujeron a un indicativo serial <<2241943>>,un código <<9030>>. UN  REGISTRO DE DEFUNCIÓN.
Nunca supo quién era su padre,se avergonzaba de su madre porque era campesina. Fue al seminario (no por fe sino por ambición). Era fan de The rolling stones,el aguardiente y las mujeres de una noche por billetes. Siempre andaba con chaqueta de cuero, pantalón de paño, camisa de cuello y manga larga, gafas de motociclista y la cabeza llena de problemas, producto de las deudas que tenía para mantener las apariencias.

La Pizarnik decía: ''Suicidarse es perder la noción de la fatalidad y del destino. No tener más miedo de lo que todavía puede venir a hacerme doler y sufrir. Suicidarse es reconocer que lo peor está ocurriendo ahora. El suicidio es el rechazo rotundo del presente. Por eso pocos neuróticos ansiosos se suicidan, están siempre a la espera de un mal mayor. Suicidarse implica la máxima atención y lucidez,decirse <<ésta soy yo,ahora,aquí>>. Y saber, también,que no se debe esperar más. Suicidarse es cerrar una puerta, la de la sala de espera.''.  Yo difiero,siempre me he aferrado a la vida aún sabiéndola efímera.

Quisiera recordarlo pero no puedo, sólo puedo imaginar su olor, su cara, su voz,su abrigo. No entiendo razones, ya no las busco; ME RINDO. No tengo nada suyo, nunca lo tuve, ni lo tendré.

Se fue... se desvaneció... ni siquiera dijo ''adiós''.

Cuando preguntaba por él, se convertía en estrella que habitaba el firmamento.

¿Se habrá olvidado de mí?. No lo sé. Sólo sé que la vida se reduce a nada. La suya, la tuve en mis manos. Un 3% de lo que era su cuerpo, en una bolsa de terciopelo rojo, dentro de una cajita de madera. Polvo. Ceniza. Preguntas sin respuesta.

Tenía tantas ganas de largarse pero lo retengo acá, en mi pensamiento.





-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

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