domingo, 15 de octubre de 2017

MUSAS


Como Varejāo plasma en esta obra, nos vamos agrietando y desmenuzando hasta que desaparecemos entre imágenes y olores nauseabundos, entre sangre y llanto. Quiero retomar esta pintura que descubrí hace muy poco, para recordar mi humanidad, mi corporeidad y carnalidad, que si bien es cierto, no es eterna, dura mientras yo exista y debo convivir con ella (preferiblemente en condiciones de amistad). Quise verme como el día que abrí el libro en esta página: reflejada y descubierta, además de desnuda y vulnerable. No se necesita poesía cuando la pintura lo dice todo. El arte viene siendo la cura y al mismo tiempo el malestar de quienes no lo asimilan. 


¡Desgarrémonos viviendo, sintiendo, caminando, descubriendo. Descuarticemos los miedos y colguemos las culpas para entregarnos por completo al "cuerpo de goce" como diría Jean-Luc Nancy!.


Sobre mi profesión


No puedo terminar de leer las 127 páginas de esa sentencia sin sentir estas ganas incontrolables de desbordarme en letras y hacerme vibrar de indignación. No puedo seguir evadiendo esta necesidad de derramarme o esta angustia por estar dentro y fuera al mismo tiempo. Día a día nos enseñan en la academia sobre justicia, equidad, cumplimiento de las normas en procura del bienestar general y la dignidad humana, entre otros valores, derechos y principios que son extremadamente poéticos pero poco palpables, yo diría que incluso, en algunos casos, inexistentes.
Nos enseñan a luchar, a tener ética (aunque no siempre), nos sacuden con noticias y practicamos oralidad. Pero nos sentamos en esos espacios a escuchar sin mayor cautela y a pretender que hacemos mucho aprendiendo artículos. Yo me siento completamente fuera de mi zona de tranquilidad cada vez que escucho que matan a alguien o que un docente dice que sería mejor generalizar el homicidio porque el feminicidio, en pocas palabras no tiene fundamento probatorio. Me siento absurda cuando leo fallos en donde parece que las conveniencias se apoderan de los escribientes. Me abruma cómo nos vestimos y perfumamos para las sustentaciones y olvidamos lo principal que es ponernos el humanismo, porque de eso se trata esta profesión. Estoy cansada de escuchar los comentarios despectivos, que demeritan los esfuerzos de la mayoría y nos plantan en un lugar inhóspito, lúgubre donde lo único que prima es el lucro y la deslealtad. Yo quiero creer que tanta corrupción, tantas muertes y tanta impunidad, algún día cesarán y que estudiar leyes no es sinónimo de deshonestidad sino todo lo contrario. Estando adentro uno descubre cuán extraño y crudo es el sistema y precisamente por ello, uno comprende cómo debe actuar teniendo en cuenta la ética profesional. No me pidan que me siente en los laureles a pretender que todo es perfecto y que inhiba la vista hacia las verdades jurídicas apenas obvias. No me pidan que me calle o que baje las banderas del feminismo o la humanidad,porque es inconcebible.

El camino emprendido es largo, largo y pedroso pero en medio de todo, hay esperanza, esa que se posa en los ojos de las personas que acuden a pedirnos ayuda, que esperan una solución a los problemas que los agobian. La esperanza que da al ver la inclusión de algunos sectores, la apertura de conciencia, la lucha por la no discriminación. La esperanza que da al ver que mujeres ocupan cargos en las altas cortes y que muchos abogados ilustres, obran en pro de las mayorías marginadas.

Esta abogada en proceso se suscribe ante ustedes con el afán de recordarles que en la academia se perciben más las injusticias y que por eso, vamos a luchar.


jueves, 12 de octubre de 2017

Ilusión

Estrella en la esquina inferior derecha.
Tez blanca.
Cabello rojizo.
Ojos grandes, sin brillo.

Parece una con la pared y con mi vida, parece una con el viento.
No se inmuta si la observo, la dibujo o la grito.
Luce muerta.

-Hacemos clic- (Ella sin saberlo).

Me gustan calladas pero no tontas. Aunque pensándolo bien, prefiero que discutan, que parezcan vivas y no estrellas en la esquina inferior derecha.
Sin embargo, está embriaguez de su voz, me llena de curiosidad y quiero hablarle, decirle "No sé cómo te llamas ni qué te pasa, pero ¿qué te parece si nos inventamos una historia desde cero y con los dos inmersos?". Jamás he sido tan lanzado pero una cachetada o una sonrisa, son mejores que esta incertidumbre.


Un día y medio.

Sigue siendo una con la pared. Lo único que la hace perceptible son esos lunares en sus hombros que distraen la molestia que representa el color de su piel, pálido, enfermo.

No se mueve, no habla, no come.


Tres días han pasado, abro la ventana y se ha ido.
Tal vez estaba soñando.
Tal vez la pared me jugó una mala pasada o las que se pasaron fueron las copas que tomé.

Estrella en la esquina inferior derecha: tres días, botellas de vino, canciones sin letra y toda esta incertidumbre.

Estrella tenue, estrella inolvidable.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

Octubre (Gracias)

Este Octubre 12, se escribe con letras de agradecimiento.

Agradezco al arte por enredarme entre sus trazos y grietas pictóricas. Agradezco al rock, al blues y al jazz, por hacerme creer que puedo cerrar los ojos mientras navego entre notas roncas y melodías perfectas. Agradezco al sol por abrigarme cuando creo preferir la sombra. Agradezco a la naturaleza por cobijarme los ojos y al cielo por ser peotagonista del álbum fotográfico de mi vida. Agradezco por sobre todas las cosas a los libros, a la literatura, al lápiz, al papel y a las tristezas, por convertirme en este ser que no puede ver las cosas sin asombrarse del todo, por hacerme sentir capaz de trascender y transfigurar, por aporerarse de mi alma y hacerme perder la noción realidad-espacio-tiempo. Agradezco a mi madre por ponerme libros en las manos desde los 5, rock en los oídos y miles de enseñanzas en la vida. Agradezco al cosmos por plantarme en esta órbita, siendo así de imperfecta, así de dispensable, así de rota.

Gracias, gracias, gracias a quienes me enseñaron que sonreír nunca sobra y que es mejor ir caminando sin afán ni pretensiones. Gracias por dejarme caer tantas veces para levantarme creyéndome más fuerte y gracias por permitirme ir poniendo piezas suyas en este rompecabezas infinito.

Octubre con gracias enredadas y las ganas bieeeeeeeen puestas.