Mi voz arde... Los versos se enredan en mi garganta y desgarran cada espacio. Las sombras se agrandan y gimo exhausta,inadaptada,con las manos temblorosas y el "adiós a todo eso" estrujado junto al alma. Me retracto, me sacudo,busco mi cordura en el bolsillo izquierdo del pantalón pero sólo encuentro un ansia absurda.
Pensaba -mientras simulaba contar estrellas sin cansarme- que la vida es una constante disensión,un tira y afloja de sentimientos que al fin y al cabo,siempre se resumen en un gran signo de interrogación.
Pisaba la arena y escuchaba el golpear de las olas,me dejaba llevar y ¡eso era la calma!. No es tan difícil...después de todo,sólo se trata de pausar los análisis existenciales para entregarse a la eufórica alegría del vivir.
-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO
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