domingo, 14 de junio de 2015

El techo


Me encanta subir al techo de mi casa, mirar el cielo, tomar una cerveza, y sentir como el frió golpea el cuerpo recordándome que estoy viva y arrancándome de la expectación maravillosa que produce perderse observando las estrellas; a veces no son las estrellas, sino las nubes, las nubes son peculiares, se deforman, se reacomodan, parecen moverse. 

Subo y recuerdo lo maltrecha,agujereada y amorfa que está mi alma.

Es bueno recostarse, abrise como estrella de mar, cerrar los ojos y volar un poco, entre melodías y el panorama.

-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

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