Me encanta subir al techo de mi casa, mirar el cielo, tomar una cerveza, y sentir como el
frió golpea el cuerpo recordándome que estoy viva y arrancándome de la expectación
maravillosa que produce perderse observando las estrellas; a veces no son las estrellas, sino las nubes, las nubes son
peculiares, se deforman, se reacomodan, parecen moverse.
Subo y recuerdo lo maltrecha,agujereada y amorfa que está mi alma.
Es bueno recostarse, abrise como estrella de mar, cerrar los ojos y
volar un poco, entre melodías y el panorama.
-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.
-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.
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