martes, 9 de junio de 2015

ALTAZOR, CANTO I





 Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad?
 ¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
 Con la espada en la mano?
 ¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios?
 ¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser? 
 Y esa voz que te gritó vives y no te ves vivir
 ¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?
 Se rompió el diamante de tus sueños en un mar de estupor
 Estás perdido Altazor
 Solo en medio del universo
 Solo como una nota que florece en las alturas del
 vacío
 No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza
 ¿En dónde estás Altazor?
 La nebulosa de la angustia pasa como un río
 Y me arrastra según la ley de las atracciones
 La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
 Siento un telescopio que me apunta como un revólver
 La cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad
 Buscando infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea ineludible
 Altazor morirás Se secará tu voz y serás invisible
 La Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
 Temerosa de un traspié como el equilibrista
 sobre el alambre que ata las miradas del pavor.
 En vano buscas ojo enloquecido
 No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas
 Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
 ¿No ves que vas cayendo ya?
 Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
 Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
 Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
 Sin miedo al enigma de ti mismo
 Acaso encuentres una luz sin noche
 Perdida en las grietas de los precipicios
 Cae
 Cae eternamente
 Cae al fondo del infinito
 Cae al fondo del tiempo
 Cae al fondo de ti mismo
 Cae lo más bajo que se pueda caer
 Cae sin vértigo
 A través de todos los espacios y todas las edades
 A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios
 Cae y quema al pasar los astros y los mares
 Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan
 Quema el viento con tu voz
 El viento que se enreda en tu voz
 Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos
 Cae en infancia
 Cae en vejez
 Cae en lágrimas
 Cae en risas
 Cae en música sobre el universo
 Cae de tu cabeza a tus pies
 Cae de tus pies a tu cabeza
 Cae del mar a la fuente
 Cae al último abismo de silencio
 Como el barco que se hunde apagando sus luces
 Todo se acabó
 El mar antropófago golpea la puerta de las rocas despiadadas
 Los perros ladran a las horas que se mueren
 Y el cielo escucha el paso de las estrellas que se alejan
 Estás solo
 Y vas a la muerte derecho como un iceberg que se desprende del polo
 Cae la noche buscando su corazón en el océano
 La mirada se agranda como los torrentes
 Y en tanto que las olas se dan vuelta
 La luna niño de luz se escapa de alta mar
 Mira este cielo lleno
 Más rico que los arroyos de las minas
 Cielo lleno de estrellas que esperan el bautismo
 Todas esas estrellas salpicaduras de un astro de piedra lanzado en las aguas eternas
 No saben lo que quieren ni si hay redes ocultas más allá
 Ni qué mano lleva las riendas
 Ni qué pecho sopla el viento sobre ellas
 Ni saben si no hay mano y no hay pecho
 Las montañas de pesca
 Tienen la altura de mis deseos
 Y yo arrojo fuera de la noche mis últimas angustias
 Que los pájaros cantando dispersan por el mundo.
 Reparad el motor del alba
 En tanto me siento al borde de mis ojos
 Para asistir a la entrada de las imágenes
 Soy yo Altazor
 Altazor
 Encerrado en la jaula de su destino
 En vano me aferro a los barrotes de la evasión posible
 Una flor cierra el camino
 Y se levantan como la estatua de las llamas
 La evasión imposible
 Más débil marcho con mis ansias
 Que un ejército sin luz en medio de emboscadas
 
 Abrí los ojos en el siglo
 En que moría el cristianismo
 Retorcido en su cruz agonizante
 Ya va a dar el último suspiro
 ¿Y mañana qué pondremos en el sitio vacío?
 Pondremos un alba o un crepúsculo
 ¿Y hay que poner algo acaso?
 La corona de espinas
 Chorreando sus últimas estrellas se marchita
 Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún problema
 Que sólo ha enseñado plegarias muertas
 Muere después de dos mil años de existencia
 Un cañoneo enorme pone punto final a la era cristiana
 El Cristo quiere morir acompañado de millones de almas
 Hundirse con sus templos
 Y atravesar la muerte con un cortejo inmenso
 Mil aeroplanos saludan la nueva era
 Ellos son los oráculos y las banderas
 Hace seis meses solamente
 Dejé la ecuatorial recién cortada
 En la tumba guerrera del esclavo paciente
 Corona de piedad sobre la estupidez humana
 Soy yo que estoy hablando en este año de 1919
 Es el invierno
 Ya la Europa enterró todos sus muertos
 Y un millar de lágrimas hacen una sola cruz de nieve
 Mirad esas estepas que sacuden las manos
 Millones de obreros han comprendido al fin
 Y levantan al cielo sus banderas de aurora
 Venid venid os esperamos porque sois la esperanza
 La única esperanza
 La última esperanza.
 Soy yo Altazor el doble de mí mismo
 El que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente
 El que cayó de las alturas de su estrella
 Y viajó veinticinco años
 Colgado al paracaídas de sus propios prejuicios
 Soy yo Altazor el del ansia infinita
 Del hambre eterno y descorazonado
 Carne labrada por arados de angustia
 ¿Cómo podré dormir mientras haya adentro tierras desconocidas?
 Problemas
 Misterios que se cuelgan a mi pecho
 Estoy solo
 La distancia que va de cuerpo a cuerpo
 Es tan grande como la que hay de alma a alma
 Solo
 Solo
 Solo
 Estoy solo parado en la punta del año que agoniza
 El universo se rompe en olas a mis pies
 Los planetas giran en torno a mi cabeza
 Y me despeinan al pasar con el viento que desplazan
 Sin dar una respuesta que llene los abismos
 Ni sentir este anhelo fabuloso que busca en la fauna del cielo 
 Un ser materno donde se duerma el corazón
 Un lecho a la sombra del torbellino de enigmas
 Una mano que acaricie los latidos de la fiebre
 Dios diluido en la nada y el todo
 Dios todo y nada
 Dios en las palabras y en los gestos
 Dios mental
 Dios aliento
 Dios joven Dios viejo
 Dios pútrido lejano y cerca
 Dios amasado a mi congoja
 Sigamos cultivando en el cerebro las tierras del error
 Sigamos cultivando las tierras veraces en el pecho
 Sigamos
 Siempre igual como ayer mañana y luego y después
 No
 No puede ser. Cambiemos nuestra suerte
 Quememos nuestra carne en los ojos del alba
 Bebamos la tímida lucidez de la muerte
 La lucidez polar de la muerte
 Canta el caos al caos que tiene pecho de hombre
 Llora de eco en eco por todo el universo
 Rodando con sus mitos entre alucinaciones
 Angustia de vacío en alta fiebre
 Amarga conciencia del vano sacrificio
 De la experiencia inútil del fracaso celeste
 Del ensayo perdido
 Y aún después que el hombre haya desaparecido
 Que hasta su recuerdo se queme en la hoguera del tiempo
 Quedará un gusto a dolor en la atmósfera terrestre
 Tantos siglos respirada por miserables pechos plañideros
 Quedará en el espacio la sombra siniestra
 De una lágrima inmensa
 Y una voz perdida aullando desolada
 Nada nada nada
 No
 No puede ser
 Consumamos el placer
 Agotemos la vida en la vida
 Muera la muerte infiltrada de rapsodias langurosas
 infiltrada de pianos tenues y banderas cambiantes como crisálidas
 Las rocas de la muerte se quejan al borde del mundo
 El viento arrastra sus florescencias amargas
 Y el desconsuelo de las primaveras que no pueden
 nacer
 Todas son trampas
 trampas del espíritu
 Transfusiones eléctricas de sueño y realidad
 Oscuras lucideces de esta larga desesperación petrificada en soledad
 Vivir vivir en las tinieblas
 Entre cadenas de anhelos tiránicos collares de gemidos
 Y un eterno viajar en los adentros de sí mismo
 Con dolor de límites constantes y vergüenza de ángel estropeado
 Burla de un dios nocturno
 Rodar rodar rotas las antenas en medio del espacio
 Entre mares alados y auroras estancadas
 Yo estoy aquí de pie ante vosotros
 En nombre de una idiota ley proclamadora
 De la conservación de las especies
 Inmunda ley
 Villana ley arraigada a los sexos ingenuos
 Por esa ley primera trampa de la inconciencia
 El hombre se desgarra
 Y se rompe en aullidos mortales por todos los poros de su tierra
 Yo estoy aquí de pie entre vosotros
 Se me caen las ansias al vacío
 Se me caen los gritos a la nada
 Se me caen al caos las blasfemias
 Perro del infinito trotando entre astros muertos
 Perro lamiendo estrellas y recuerdos de estrella
 Perro lamiendo tumbas
 Quiero la eternidad como una paloma en mis manos
 Todo ha de alejarse en la muerte esconderse en la muerte
 Yo tú él nosotros vosotros ellos
 Ayer hoy mañana
 Pasto en las fauces del insaciable olvido
 Pasto para la rumia eterna del caos incansable
 Justicia ¿qué has hecho de mí Vicente Huidobro?
 Se me cae el dolor de la lengua y las alas marchitas
 Se me caen los dedos muertos uno a uno
 ¿Qué has hecho de mi voz cargada de pájaros en
 el atardecer
 La voz que me dolía como sangre?
 Dadme el infinito como una flor para mis manos
 Seguir
 No Basta ya
 Seguir cargado de mundos de países de ciudades
 Muchedumbres aullidos
 Cubierto de climas hemisferios ideas recuerdos
 Entre telarañas de sepulcros y planetas conscientes
 Seguir del dolor al dolor del enigma al enigma 
 Del dolor de la piedra al dolor de la planta
 Porque todo es dolor
 Dolor de batalla y miedo de no ser
 Lazos de dolor atan la tierra al cielo las aguas a la tierra
 Y los mundos galopan en órbitas de angustia
 Pensando en la sorpresa
 La latente emboscada en todos los rincones del espacio.
 Me duelen los pies como ríos de piedra
 ¿Qué has hecho de mis pies?
 ¿Qué has hecho de esta bestia universal
 De este animal errante?
 Esta rata en delirio que trepa las montañas
 Sobre un himno boreal o alarido de tierra
 Sucio de tierra y llanto
 de tierra y sangre
 Azotado de espinas y los ojos en cruz
 La conciencia es amargura
 La inteligencia es decepción
 Sólo en las afueras de la vida
 Se puede plantar una pequeña ilusión
 Ojos ávidos de lágrimas hirviendo
 Labios ávidos de mayores lamentos
 Manos enloquecidas de palpar tinieblas
 Buscando más tinieblas
 Y esta amargura que se pasea por los huesos
 Y este entierro en mi memoria
 Este entierro que se alarga en memoria
 Este largo entierro que atraviesa todos los días mi
 memoria
 Seguir
 No
 Que se rompa el andamio de los huesos
 Que se derrumben las vigas del cerebro
 Y arrastre el huracán los trozos a la nada al otro lado
 En donde el viento azota a Dios
 En donde aún resuene mi violín gutural
 Acompañando el piano póstumo del Juicio Final
 Eres tú tú el ángel caído
 La caída eterna sobre la muerte
 La caída sin fin de muerte en muerte
 Embruja el universo con tu voz
 Aférrate a tu voz embrujador del mundo
 Cantando como un ciego perdido en la eternidad
 Anda en mi cerebro una gramática dolorosa y brutal
 La matanza continua de conceptos internos
 Y una última aventura de esperanzas celestes
 Un desorden de estrellas imprudentes
 Caídas de los sortilegios sin refugio
 Todo lo que se esconde y nos incita con imanes fatales
 Lo que se esconde en las frías regiones de lo invisible
 O en la ardiente tempestad de nuestro cráneo

 La eternidad se vuelve sendero de flor
 Para el regreso de espectros y problemas
 Para el miraje sediento de las nuevas hipótesis
 Que rompen el espejo de la magia posible
 Liberación, ¡Oh! sí liberación de todo
 De la propia memoria que nos posee
 De las profundas vísceras que saben lo que saben
 A causa de estas heridas que nos atan al fondo
 Y nos quiebran los gritos de las alas
 La magia y el ensueño liman los barrotes 
 La poesía llora en la punta del alma
 Y acrece la inquietud mirando nuevos muros
 Alzados de misterio en misterio
 Entre minas de mixtificación que abren sus heridas
 Con el ceremonial inagotable de alba conocida
 Todo en vano
 Dadme la llave de los sueños cerrados
 Dadme la llave del naufragio
 Dadme una certeza de raíces en horizonte quieto
 Un descubrimiento que no huya a cada paso
 0 dadme un bello naufragio verde
 Un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos
 Como el barco que se hunde sin apagar sus luces
 Liberado de este trágico silencio entonces
 En mi propia tempestad
 Desafiaré al vacío
 Sacudiré la nada con blasfemias y gritos
 Hasta que caiga un rayo de castigo ansiado
 Trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso
 ¿Por qué soy prisionero de esta trágica busca?
 ¿Qué es lo que me llama y se esconde
 Me sigue me grita por mi nombre
 Y cuando vuelvo el rostro alargo las manos de los ojos
 Me echa encima una niebla tenaz como la noche de los astros ya muertos?
 Sufro me revuelco en la angustia
 Sufro desde que era nebulosa
 Y traigo desde entonces este dolor primordial en las células
 Este peso en las alas
 Esta piedra en el canto
 Dolor de ser isla
 Angustia subterránea
 Angustia cósmica
 Poliforme angustia anterior a mi vida
 Y que la sigue como una marcha militar
 Y que irá más allá
 Hasta el otro lado de la periferia universal
 Consciente
 Inconsciente
 Deforme
 Sonora
 Sonora como el fuego
 El fuego que me quema el carbón interno y el alcohol
 de los ojos
 Soy una orquesta trágica
 Un concepto trágico
 Soy trágico como los versos que punzan en las sienes y no pueden salir
 Arquitectura fúnebre
 Matemática fatal y sin esperanza alguna
 Capas superpuestas de dolor misterioso
 Capas superpuestas de ansias mortales
 Subsuelos de intuiciones fabulosas
 Siglos siglos que vienen gimiendo en mis venas
 Siglos que se balancean en mi canto
 Que agonizan en mi voz
 Porque mi voz es sólo canto y sólo puede salir en canto
 La cuna de mi lengua se meció en el vacío
 Anterior a los tiempos
 Y guardará eternamente el ritmo primero
 El ritmo que hace nacer los mundos
 Soy la voz del hombre que resuena en los cielos
 Que reniega y maldice
 Y pide cuentas de por qué y para qué
 Soy todo el hombre
 El hombre herido por quién sabe quién
 Por una flecha perdida del caos
 Humano terreno desmesurado
 Sí desmesurado y lo proclamo sin miedo
 Desmesurado porque no soy burgués ni raza fatigada
 Soy bárbaro tal vez
 Desmesurado enfermo
 Bárbaro limpio de rutinas y caminos marcados 
 No acepto vuestras sillas de seguridades cómodas
 Soy el ángel salvaje que cayó una mañana
 En vuestras plantaciones de preceptos
 Poeta
 Anti poeta
 Culto
 Anticulto
 Animal metafísico cargado de congojas
 Animal espontáneo directo sangrando sus problemas
 Solitario como una paradoja
 Paradoja fatal
 Flor de contradicciones bailando un fox-trot
 Sobre el sepulcro de Dios
 Sobre el bien y el mal
 Soy un pecho que grita y un cerebro que sangra
 Soy un temblor de tierra
 Los sismógrafos señalan mi paso por el mundo
 Crujen las ruedas de la tierra
 Y voy andando a caballo en mi muerte
 Voy pegado a mi muerte como un pájaro al cielo
 Como una fecha en el árbol que crece
 Como el nombre en la carta que envío
 Voy pegado a mi muerte
 Voy por la vida pegado a mi muerte
 Apoyado en el bastón de mi esqueleto

 El sol nace en mi ojo derecho y se pone en mi ojo izquierdo
 En mi infancia una infancia ardiente como un
 alcohol
 Me sentaba en los caminos de la noche
 A escuchar la elocuencia de las estrellas
 Y la oratoria del árbol
 Ahora la indiferencia nieva en la tarde de mi alma
 Rómpanse en espigas las estrellas
 Pártase la luna en mil espejos
 Vuelva el árbol al nido de su almendra
 Sólo quiero saber por qué
 Por qué
 Por qué
 Soy protesta y araño el infinito con mis garras
 Y grito y gimo con miserables gritos oceánicos
 El eco de mi voz hace tronar el caos

 Soy desmesurado cósmico
 Las piedras las plantas las montañas
 Me saludan Las abejas las ratas
 Los leones y las águilas
 Los astros los crepúsculos las albas
 Los ríos y las selvas me preguntan
 ¿Qué tal cómo está Ud.?
 Y mientras los astros y las olas tengan algo que decir
 Será por mi boca que hablarán a los hombres
 Que Dios sea Dios
 O Satán sea Dios
 O ambos sean miedo nocturna ignorancia
 Lo mismo da
 Que sea la Vía Láctea
 O una procesión que asciende en pos de la verdad
 Hoy me es igual
 Traedme una hora que vivir
 Traedme un amor pescado por la oreja
 Y echadlo aquí a morir ante mis ojos
 Que yo caiga por el mundo a toda máquina
 Que yo corra por el universo a toda estrella
 Que me hunda o me eleve
 Lanzado sin piedad entre planetas y catástrofes
 Señor Dios si tú existes es a mí a quien lo debes
 Matad la horrible duda
 Y la espantosa lucidez
 Hombre con los ojos abiertos en la noche
 Hasta el fin de los siglos
 Enigma asco de los instintos contagiosos
 Como las campanas de la exaltación
 Pajarero de luces muertas que andan con pies de espectro
 Con los pies indulgentes del arroyo
 Que se llevan las nubes y cambia de país
 En el tapiz del cielo se juega nuestra suerte
 Allí donde mueren las horas
 El pesado cortejo de las horas que golpean el mundo
 Se juega nuestra alma
 Y la suerte que se vuela todas las mañanas
 Sobre las nubes con los ojos llenos de lágrimas
 Sangra la herida de las últimas creencias
 Cuando el fusil desconsolado del humano refugio
 Descuelga los pájaros del cielo
 Mírate allí animal fraterno desnudo de nombre
 junto al abrevadero de tus límites propios
 Bajo el alba benigna
 Que zurce el tejido de las mareas
 Mira a lo lejos viene la cadena de hombres
 Saliendo de la usina de ansias iguales
 Mordidos por la misma eternidad
 Por el mismo huracán de vagabundas fascinaciones
 Cada uno trae su palabra informe
 Y los pies atados a su estrella propia
 Las máquinas avanzan en la noche del diamante fatal
 Avanza el desierto con sus olas sin vida
 Pasan las montañas pasan los camellos
 Como la historia de las guerras antiguas
 Allá va la cadena de hombres entre fuegos ilusos
 Hacia el párpado tumbal
 Después de mi muerte un día
 El mundo será pequeño a las gentes
 Plantarán continentes sobre los mares
 Se harán islas en el cielo
 Habrá un gran puente de metal en torno de la Tierra
 Como los anillos construidos en Saturno
 Habrá ciudades grandes como un país
 Gigantescas ciudades del porvenir
 En donde el hombre-hormiga será una cifra
 Un número que se mueve y sufre y baila
 (Un poco de amor a veces como un arpa que hace olvidar la vida)
 Jardines de tomates y repollos
 Los parques públicos plantados de árboles frutales
 No hay carne que comer el planeta es estrecho
 Y las máquinas mataron el último animal
 Árboles frutales en todos los caminos
 Lo aprovechable sólo lo aprovechable
 Ah la hermosa vida que preparan las fábricas
 La horrible indiferencia de los astros sonrientes
 Refugio de la música
 Que huye de las manos de los últimos ciegos
 Angustia angustia de lo absoluto y de la perfección
 Angustia desolada que atraviesa las órbitas perdidas
 Contradictorios ritmos quiebran el corazón
 En mi cabeza cada cabello piensa otra cosa
 Un hastío invade el hueco que va del alba al poniente
 Un bostezo color mundo y carne
 Color espíritu avergonzado de irrealizables cosas
 Lucha entre la piel y el sentimiento de una dignidad bebida y no otorgada.
 Nostalgia de ser barro y piedra o Dios
 Vértigo de la nada cayendo de sombra en sombra
 Inutilidad de los esfuerzos fragilidad del sueño
 Ángel expatriado de la cordura
 ¿Por qué hablas Quién te pide que hables?
 Revienta pesimista mas revienta en silencio
 Cómo se reirán los hombres de aquí a mil años
 Hombre perro que aúllas a tu propia noche
 Delincuente de tu alma
 El hombre de mañana se burlará de ti
 Y de tus gritos petrificados goteando estalactitas
 ¿Quién eres tú habitante de este diminuto cadáver estelar?
 ¿Qué son tus náuseas de infinito y tu ambición de eternidad?
 Átomo desterrado de sí mismo con puertas y ventanas de luto
 ¿De dónde vienes a dónde vas?
 ¿Quién se preocupa de tu planeta?
 Inquietud miserable
 Despojo del desprecio que por ti sentiría
 Un habitante de Betelgeuse
 Veintinueve millones de veces más grande que tu sol
 Hablo porque soy protesta insulto y mueca de dolor
 Sólo creo en los climas de la pasión
 Sólo deben hablar los que tienen el corazón clarividente
 La lengua a alta frecuencia
 Buzos de la verdad y la mentira
 Cansados de pasear sus linternas en los laberintos de la nada
 En la cueva de alternos sentimientos
 El dolor es lo único eterno

 Y nadie podrá reír ante el vacío
 ¿Qué me importa la burla del hombre-hormiga
 Ni la del habitante de otros astros más grandes?
 Yo no sé de ellos ni ellos saben de mí
 Yo sé de mi vergüenza de la vida de mi asco celular
 De la mentira abyecta de todo cuanto edifican los hombres
 Los pedestales de aire de sus leyes e ideales
 Dadme dadme pronto un llano de silencio
 Un llano despoblado como los ojos de los muertos
 ¿Robinson por qué volviste de tu isla?
 De la isla de tus obras y tus sueños privados
 La isla de ti mismo rica de tus actos
 Sin leyes ni abdicación ni compromisos
 Sin control de ojo intruso
 Ni mano extraña que rompa los encantos
 ¿Robinson cómo es posible que volvieras de tu isla?
 Malhaya el que mire con ojos de muerte
 Malhaya el que vea el resorte que todo lo mueve
 Una borrasca dentro de la risa
 Una agonía de sol adentro de la risa
 Matad al pesimista de pupila enlutada
 Al que lleva un féretro en el cerebro
 Todo es nuevo cuando se mira con ojos nuevos
 Oigo una voz idiota entre algas de ilusión
 Boca parasitaria aún de la esperanza

 Idos lejos de aquí restos de playas moribundas
 Mas si buscáis descubrimientos
 Tierras irrealizables más allá de los cielos
 Vegetante obsesión de musical congoja
 Volvamos al silencio
 Restos de playas fúnebres
 ¿A qué buscáis el faro poniente
 Vestido de su propia cabellera
 Como la reina de los circos?
 Volvamos al silencio
 Al silencio de las palabras que vienen del silencio
 Al silencio de las hostias donde se mueren los profetas
 Con la llaga del flanco
 Cauterizada por algún relámpago
 Las palabras con fiebre y vértigo interno
 Las palabras del poeta dan un marco celeste
 Dan una enfermedad de nubes
 Contagioso infinito de planetas errantes
 Epidemia de rosas en la eternidad
 Abrid la boca para recibir la hostia de la palabra herida
 La hostia angustiada y ardiente que me nace no se sabe dónde
 Que viene de más lejos que mi pecho
 La catarata delicada de oro en libertad
 Correr de río sin destino como aerolitos al azar
 Una columna se alza en la punta de la voz
 Y la noche se sienta en la columna
 Yo poblaré para mil años los sueños de los hombres
 Y os daré un poema lleno de corazón
 En el cual me despedazaré por todos lados
 Una lágrima caerá de unos ojos
 Como algo enviado sobre la tierra
 Cuando veas como una herida profetiza
 Y reconozcas la carne desgraciada
 El pájaro cegado en la catástrofe celeste
 Encontrado en mi pecho solitario y sediento 
 En tanto yo me alejo tras los barcos magnéticos
 Vagabundo como ellos
 Y más triste que un cortejo de caballos sonámbulos
 Hay palabras que tienen sombra de árbol
 Otras que tienen atmósfera de astros
 Hay vocablos que tienen fuego de rayos
 Y que incendian donde caen
 Otros que se congelan en la lengua y se rompen al salir
 Como esos cristales alados y fatídicos
 Hay palabras con imanes que atraen los tesoros del abismo
 Otras que se descargan como vagones sobre el alma
 Altazor desconfía de las palabras
 Desconfía del ardid ceremonioso
 Y de la poesía
 Trampas
 Trampas de luz y cascadas lujosas
 Trampas de perla y de lámpara acuática
 Anda como los ciegos con sus ojos de piedra
 Presindendo el abismo a todo paso
 Mas no temas de mí que mí lenguaje es otro
 No trato de hacer feliz ni desgraciado a nadie
 Ni descolgar banderas de los pechos
 Ni dar anillos de planetas
 Ni hacer satélites de mármol en torno a un talismán ajeno
 Quiero darte una música de espíritu
 Música mía de esta cítara plantada en mi cuerpo
 Música que hace pensar en el crecimiento de los árboles
 Y estalla en luminarias adentro del sueño
 Yo hablo en nombre de un astro por nadie conocido
 Hablo en una lengua mojada en mares no nacidos
 Con una voz llena de eclipses y distancias
 Solemne como un combate de estrellas o galeras lejanas
 Una voz que se desfonda en la noche de las rocas
 Una voz que da la vista a los ciegos atentos
 Los ciegos escondidos al fondo de las casas
 Como al fondo de sí mismos
 Los veleros que parten a distribuir mi alma por el mundo
 Volverán convertidos en pájaros
 Una hermosa mañana alta de muchos metros
 Alta como el árbol cuyo fruto es el sol
 Una mañana frágil y rompible
 A la hora en que las flores se lavan la cara
 Y los últimos sueños huyen por las ventanas

 Tanta exaltación para arrastrar los cielos a la lengua
 El infinito se instala en el nido del pecho
 Todo se vuelve presagio
 ángel entonces
 El cerebro se torna sistro revelador
 Y la hora huye despavorida por los ojos
 Los pájaros grabados en el zenit no cantan
 El día se suicida arrojándose al mar
 Un barco vestido de luces se aleja tristemente
 Y al fondo de las olas un pez escucha el paso de los hombres
 Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
 La muerte se ha dormido en el cuello de un cisne
 Y cada pluma tiene un distinto temblor
 Ahora que Dios se sienta sobre la tempestad
 Que pedazos de cielo caen y se enredan en la selva
 Y que el tifón despeina las barbas del pirata
 Ahora sacad la muerta al viento
 Para que el viento abra sus ojos
 Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
 Tengo cartas secretas en la caja del cráneo
 Tengo un carbón doliente en el fondo del pecho
 Y conduzco mi pecho a la boca
 Y la boca a la puerta del sueño
 El mundo se me entra por los ojos
 Se me entra por las manos se me entra por los pies
 Me entra por la boca y se me sale
 En insectos celestes o nubes de palabras por losporos
 Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
 Mis ojos en la gruta de la hipnosis
 Mastican el universo que me atraviesa como un túnel
 Un escalofrío de pájaro me sacude los hombros
 Escalofrío de alas y olas interiores
 Escalas de olas y alas en la sangre
 Se rompen las amarras de las venas
 Y se salta afuera de la carne
 Se sale de las puertas de la tierra
 Entre palomas espantadas
 Habitante de tu destino
 ¿Por qué quieres salir de tu destino?
 ¿Por qué quieres romper los lazos de tu estrella
 Y viajar solitario en los espacios
 Y caer a través de tu cuerpo de tu zenit a tu
 nadir?
 No quiero ligaduras de astro ni de viento
 Ligaduras de luna buenas son para el mar y las mujeres
 Dadme mis violines de vértigo insumiso
 Mi libertad de música escapada
 No hay peligro en la noche pequeña encrucijada
 Ni enigma sobre el alma
 La palabra electrizada de sangre y corazón
 Es el gran paracaídas y el pararrayos de Dios
 Habitante de tu destino
 Pegado a tu camino como roca
 Viene la hora del sortilegio resignado
 Abre la mano de tu espíritu
 El magnético dedo
 En donde el anillo de la serenidad adolescente
 Se posará cantando como el canario pródigo
 Largos años ausente
 Silencio
 Se oye el pulso del mundo como nunca pálido
 La tierra acaba de alumbrar un árbol.


-Vicento Huidobro.

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