jueves, 12 de octubre de 2017

Ilusión

Estrella en la esquina inferior derecha.
Tez blanca.
Cabello rojizo.
Ojos grandes, sin brillo.

Parece una con la pared y con mi vida, parece una con el viento.
No se inmuta si la observo, la dibujo o la grito.
Luce muerta.

-Hacemos clic- (Ella sin saberlo).

Me gustan calladas pero no tontas. Aunque pensándolo bien, prefiero que discutan, que parezcan vivas y no estrellas en la esquina inferior derecha.
Sin embargo, está embriaguez de su voz, me llena de curiosidad y quiero hablarle, decirle "No sé cómo te llamas ni qué te pasa, pero ¿qué te parece si nos inventamos una historia desde cero y con los dos inmersos?". Jamás he sido tan lanzado pero una cachetada o una sonrisa, son mejores que esta incertidumbre.


Un día y medio.

Sigue siendo una con la pared. Lo único que la hace perceptible son esos lunares en sus hombros que distraen la molestia que representa el color de su piel, pálido, enfermo.

No se mueve, no habla, no come.


Tres días han pasado, abro la ventana y se ha ido.
Tal vez estaba soñando.
Tal vez la pared me jugó una mala pasada o las que se pasaron fueron las copas que tomé.

Estrella en la esquina inferior derecha: tres días, botellas de vino, canciones sin letra y toda esta incertidumbre.

Estrella tenue, estrella inolvidable.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO

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