viernes, 27 de noviembre de 2015

Tormentosos deseos




''Tenía ganas de salirse de su vida,tal como se sale de una casa a la calle.''
-Milan Kundera.


Son casi las 4 de la madrugada y desea fervientemente ir tan lejos como se pueda llegar,quiere escapar sin salir de casa, sólo quiere irse de su cuerpo, hospedarse en un remoto lugar en donde fuese algo o alguien más que su nombre, su género,su raza, su profesión. Desea casi que iracunda una vida nueva, ser instalada en cualquier cuerpo que le contuviera el alma pero evitando los prejuicios y las inseguridades; una mariposa quizá, o tal vez una serpiente, escurridiza y temida,sagaz e imperceptible. Probablemente desee ser flor o agua que cae ignorando  su destino, hoy puede ser nube, mañana océano o la bebida de un futbolista agotado.

Quiere quitarse el cuerpo, ser polvo, animal,piedra, lo que sea, pero alguien más. Cualquiera pensaría que su afán por huir se debe a su fealdad o a la manera en que se ve en el espejo, pues si lo asumen desde una perspectiva estética y superficial, se equivocan, porque para quien la vea, es hermosa, simétrica, casi que perfecta (físicamente hablando), era la musa perfecta para un par de poetas a tirones. Lo que ella albergaba era más bien una necesidad casi que inmediata de conocer lo que ni siquiera conoce del todo, desde la otredad, desde lo ajeno. Quería explorar cada parte, estaba sencillamente exhausta de ser ella, de caminar, de guardar apariencias, de sentarse cruzando las piernas, de cubrirse la boca con la servilleta para hablar cuando comía, de tomar el té a las 4 con sus ''amigas'', ésas que pongo en comillas porque apenas eran tres cuerpos estáticos, sin más que decir que banalidades,de vez en cuando escupían algún nombre de interés literario pero lo arruinaban desgarrando los textos confundiéndolos con basura porque no fueron capaces de entenderlos, aunque a juzgar por sus comentarios, era claro que ni siquiera los habían leído, asumo que sólo escupían esos nombres para complacerla, para ver si quitaba la cara larga que traía. Estaba harta de caminar las mismas rutas o de caminar rutas distintas para luego volver a casa, a esa que parecía una cárcel custodiada por los miedos.

Tenía una angustia inmensa que le oprimía el pecho y le cerraba los ojos bruscamente, no por sueño sino para menguar un poco la visualización nefasta de lo mundano.

Los días eran eternos y poco a poco asumía su alma suicida y cortante que las transformaciones no sucedían tan sencillamente, que no por enclaustrarse iba a tener una Metamorfosis, bendito Kafka que le permitió creérselo por mucho tiempo pero maldita la providencia que arranca las ganas.

Quisiera saltar del último piso y estamparse contra el suelo,mientras en el transcurso su alma se fuga y vuela. Quisiera abrir sus muñecas y entre la sangre partir victoriosa, escurriéndose entre el suelo y las paredes, quisiera ponerse una soga al cuello y dejar caer su cuerpo, que luego de unos minutos sería como un péndulo en el techo.
Quisiera pero se detiene, sus pensamientos oscuros la atormentan y quiere irse, quiere correr, quiere de una vez por todas no tener preocupaciones, cargas ni etiquetas.

Quisiera pero siempre despierta atormentada en el preciso instante del sueño en donde es gato, flor o serpiente, agua, pájaro o piedra. Despierta,maldice y sigue la secuencia.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO 

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